El VAR echa una mano al Barça
El Barcelona ha firmado una importante remontada en Elche (1-2) que le permite afianzarse en zona de Champions, un partido vibrante que se decidió desde el VAR en los minutos finales, primero con un penalti pitado en el área local y luego con otro ignorado en el área azulgrana. Sí se penalizó la mano de Barragán y pasó indemne la de Jordi Alba. Los goles desde el banquillo de Ferran Torres y Memphis Depay valieron en un Martínez Valero abarrotado.
Xavi realizó tres cambios de inicio respecto a la goleada ante el Athletic. Jordi Alba recuperaba su sitio en el lateral izquierdo, Frenkie de Jong en el centro del campo y Ousmane Dembélé en el extremo derecho. Segunda titularidad del francés desde su rehabilitación y ambas lejos de Barcelona. Lejos de los pitos que escucha en el Camp Nou.
La primera parte resultó más que entretenida y ambos equipos tuvieron oportunidades para adelantarse. Lo consiguió el Elche justo antes del descanso con un gol de los llamados psicológicos, como si los otros no provocaran dolores de cabeza. Jugada muy desgraciada para el Barça. Sacó de puerta Édgar Badía, Pedri despejó hacia atrás un balón dividido y la pelota le llegó franca a Fidel, que cruzó con calidad ante Ter Stegen.
Ya había avisado antes Tete Morente, con un balón suelto en el punto de penalti que voleó fuera por poco, y el capitán daba la primer ventaja a los locales ante un rival negado de cara al gol, sobre todo De Jong. El neerlandés malogró dos ocasiones inmejorables y desaprovechó el buen trabajo de Dembélé, de cuyas botas nacieron todos los acercamientos visitantes.
La más clara, en el minuto 27, fue doble. El galo intentó una vaselina ante Badía, que despejó como pudo, y la pelota le llegó a De Jong, que venía con el rastrillo desde segunda línea. Tenía toda la portería para marcar salvo Diego González. Era más difícil chocar con el bordillo lanzándose a una piscina olímpica. Pues allá fue el balón, contra la pierna del central franjiverde. Poco después, el 21 pudo vengarse con un mano a mano, pero Badía respondió con una buena estirada.
Después de convertir casi cada ocasión en sus últimos partidos, al Barça le entraba la ceguera y en defensa suspiraba por un torniquete ante la sangría provocada por Mojica. El colombiano mareaba cuando y como quería a Alves y Dembélé, uno por veterano y el otro por despistado. En el medio, Omar Mascarell era la sombra de Pedri. Lucas Boyé porfiaba con astucia ante Piqué y Araujo. El Barça tenía deberes en la segunda mitad.
Juegos de manos
Xavi no esperó para mover ficha y en el descanso metió a Ferran Torres por Gavi. El valenciano ganó la línea de fondo en la primera que tuvo, pero su pase atrás no encontró rematador. Empezaba el asedio ante un Elche echado descaradamente atrás, bajo peligro de que se le pudiera hacer eterna la segunda mitad. Caía la lluvia para dar una pátina épica a la resistencia local.
A la hora de juego llegó el empate. Enésimo centro de Dembélé, remate de Jordi Alba y Ferran Torres tocó lo justo para despistar a Badía, aprovechando que Mojica se había quedado enganchado y anulaba el posible fuera de juego. Los dos jugadores de la selección española volvieron a conectar en la siguiente jugada, pero el extremo la mandó fuera. Respondió el Elche con otra muy clara de Pere Milla, que topó con el paradón de Ter Stegen. El partido, eléctrico.
Xavi no lo veía claro y remodeló su ataque con la entrada de Adama y Memphis por Aubameyang y Dembélé en el minuto 75, pero fue Ferran quien volvió a rozar el gol en dos remate francos. En ambos topó con un inmenso Badía que se empezaba a agigantar como la figura del partido. ¿Cómo no le va a gustar a un canterano del Espanyol lucirse contra el Barcelona?
Cuando más apretaban los visitantes, Antonio Barragán cometió un error fatal que condenó al Elche al sacar el codo izquierdo y despejar con esa articulación una jugada sin peligro de Memphis en el área. Hernández Hernández no lo vio, pero recibió la llamada del VAR y ante la pantalla lo tuvo muy claro. El neerlandés lo puso en la escuadra, esta vez imposible para Badía, para culminar la remontada.
Cuando la sufrida misión parecía cumplida, llegó el último susto para el Barça. El balón impactó con la mano de Jordi Alba en el área azulgrana, pero el árbitro esta vez ni siquiera lo comprobó en la pantalla. Lo de las manos en esta Liga sigue siendo un galimatías. El Elche lo peleó hasta la última jugada y cayó de pie. El Barça se fue cantando bajo la lluvia.