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Dos años de altibajos

Las traiciones que empujan a Fernando Alonso fuera de Alpine

El fichaje de Fernando Alonso por Aston Martin supone una enorme sorpresa, pero esa sensación se amortigua rastreando las señales de los últimos meses, las tiranteces del pilotos español con la escudería Alpine que ninguno de sus protagonistas se ha molestado en esconder. Una discordia con nombres propios muy claros: Otmar Szafnauer, Esteban Ocon y Oscar Piastri. Probablemente todos seguirán el año que viene en el equipo francés. Son los ganadores de esta batalla interna.

En el caso de Szafnauer, paradójicamente realizó el pasado invierno el camino inverso al que realizará Fernando Alonso: saltó de Aston Martin a la dirección de Alpine. Desde el principio fue muy remiso a alabar públicamente al asturiano y las alarmas se encendieron del todo durante la rueda de prensa previa al Gran Premio de Australia disputado en abril.

«Es genial que Fernando quiera continuar, pero nosotros también tenemos a Oscar (Piastri) en nuestra agenda. Por supuesto, si tenemos la más mínima oportunidad de sentarlo en un Fórmula 1 se la vamos a dar. De hecho, a final de temporada ya hay previsto que ruede en algunas sesiones de entrenamientos libres en lugar de uno de los pilotos titulares», dijo el jefe de Alpine en aquel momento.

La beligerancia de Ocon

Salvo Laurent Rossi, el CEO de Alpine pero apartado del día a día de la escudería, desde el equipo nadie ha levantado la voz para defender públicamente el rendimiento de Alonso. Al mismo tiempo, se sucedían los encontronazos sobre la pista entre el español y Ocon. Pasó en Arabia Saudí, se repitió en Miami y la última gota llegó este mismo fin de semana en el Gran Premio de Hungría.

En Budapest, el francés se obcecó con su compañero primero en la salida y después con un duelo que permitió a Daniel Ricciardo adelantar a ambos. Un año antes, y en ese mismo escenario, Alonso puso la alfombra para el primer triunfo de Ocon con una defensa heroica sobre Lewis Hamilton que fue elegida la mejor acción del año en la F1.

Demasiados desaires y jugarretas para un Alonso que se siente en plena forma a sus 41 años. A todos estos factores se puede añadir otro: el económico. Fernando Alonso es el tercer piloto mejor pagado de la parrilla con unos 20 millones de dólares anuales y su salida será una alivio económico para Alpine. Dinero es precisamente lo que le sobra a Lawrence Stroll, el multimillonario dueño de Aston Martin. No han trascendido las cifras del acuerdo, pero a buen seguro que este punto no ha supuesto ningún problema.