US Open 2018

Nadal destruye a Khachanov en una batalla épica y abre la puerta de los octavos

Rafa Nadal
Rafael Nadal celebra un punto. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafael Nadal superó uno de los encuentros más trabados, épicos y surrealistas que ha tenido que vivir en los últimos años. Siempre con su mentalidad diferencial e insólita en el deporte rey de la raqueta, el tenista manacorense derrotó a una versión monstruosa de Karen Khachanov (5-7, 7-5, 7-6, 7-6) en un encuentro que se fue por encima de las cuatro horas, en las que Rafa, a pesar de no encontrar el golpe óptimo en su derecha, supo anular las virtudes de un rival que por momentos pareció desatado en la central del US Open. El manacorense se citará con el georgiano Basilashvili en octavos de final.

El encuentro fue una montaña rusa de sensaciones y golpes, pero siempre dibujada dentro de la igualdad manifiesta del marcador. Sólo hubo un break de ventaja durante los tres primeros sets, con Khachanov haciendo uno de los mejores partidos de su vida y Rafa uno con el que posiblemente no esté muy conforme en cuanto a juego, pero sí con el tesón y el saber estar que, como tantas otras ocasiones, le da el pase a una ronda más de Grand Slam.

Nadal saltó a la pista con una versión gris que pronto dio ventaja a un Khachanov sin nada que perder y que pronto, con un break, vio como el viento soplaba a su favor, al menos hasta el 4-3. Llegado el punto de inflexión del set, Nadal empataba recuperando lo perdido, pero inesperadamente volvía a ceder ante Karen, que con la derecha por bandera no fallaba a la segunda oportunidad de consolidar y apuntarse contra pronóstico pero con total justicia la primera manga.

Rafa sufría y el comienzo del segundo set, con break para Khachanov, no ayudaba al optimismo con respecto al encuentro del número uno. Ni siquiera estaba asegurada su presencia en pista hasta el término del mismo, pues los dolores en su rodilla le hacían mirar constantemente al box. El 3-1 hizo llegar al manacorense al punto de ver que el encuentro se le escapaba si la reacción no mediaba de inmediato. Nadal no es un mago, pero su talento reside en una fortaleza mental sobrenatural. A través de ella construye el tenis, su tenis, uno de los mejores de la historia y que le permitió la osadía de remontar para apuntarse por 7-5 un set que podía haber acabado con él.

Uno superaba la veintena de aces, mientras el otro, un frustrado Rafa, se veía incapaz de inaugurar su casillero de saques directos. Una clara muestra de que las estadísticas en el tenis, si bien pueden dibujar la trayectoria del partido, no suponen una afirmación de casi nada, y menos si el que está teniendo el día menos bueno en la pista se llama Rafael y se apellida Nadal. El tercer set, decidido en el tie break, fue una muestra de ello. El tira y afloja quedó a escasos centímetros de decidirse del lado de Khachanov, pero ahí estuvo Rafa para apuntarse el set cuando verdaderamente se decidía.

Surrealista cierre y victoria para Nadal 

Una vez encarrilado el partido, Rafa pareció despedirse de los fantasmas que le habían acompañado a lo largo de tres horas de encuentro y puso velocidad de crucero rumbo a octavos de final. La presión mental a la que había forzado a Khachanov provocó el cortocircuito del ruso, desesperado por haber hecho absolutamente de todo para marcharse de vacío del US Open. El ruso parecía haber claudicado pero Rafa, de nuevo de forma incomprensible, volvió a meter a su rival en el partido.

Un nuevo break dejaba paso al 5-5, tras el cual ambos mantuvieron su servicio, dejando la decisión de un quinto set o la victoria de Rafa, de nuevo en el tie break. La muerte súbita dictaría sentencia, con, por fin una versión demoledora del número uno del mundo, que sigue muy vivo y con opciones intactas de conquistar su cuarto Us Open.

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