El sueño se escapa: Inglaterra golea a España tras una segunda parte para olvidar

España entera estaba atenta en la sobremesa a lo que hicieran un grupo de chicos de tan sólo 17 años que hicieran olvidar por un rato el sonado debate del independentismo. India era el país del Mundial e Inglaterra el difícil rival, aspecto que se notó desde el inicio donde el portero malaguista Álvaro Fernández salvó el primero cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego.

Los nervios iniciales se notaron en ambos combinados con imprecisiones que no habían demostrado durante el resto del torneo. Así el gol de La Rojita no podía llegar de otra forma antes del 10 con un disparo en semifallo del madridista Gelabert y otro prácticamente igual del barcelonista Sergio Gómez, cosa del destino y tal.

Otro jugador de La Fábrica como Moha pudo poner tierra de por medio en un contraataque vertiginoso en el que el último toque fue demasiado largo, como el disparo posterior de Sessegnon que denotaba que el peligro británico estaba por las bandas.

El pupilo de Guardiola en el Manchester City, Foden, marcaba la diferencia en el rival así como Brewster, el Mbappé inglés como le han apodado al pichichi de la competición. Sin embargo la conexión Gelabert-Sergio Gómez volvía a dar sus frutos antes de la media hora con esta vez la precisión que la ocasión merecía.

Antes de llegar al descanso, el otro extremo Hudson-Odoy se chocaba contra el palo y Foden volvía a avisar con un tiro a lo Laudrup mirando a otro lado. No iba a fallar Brewster con un certero cabezazo a bocajarro ante el que nada pudo hacer Álvaro y que confirmaba que seguía habiendo final. Los mismos protagonistas iban a protagonizar la última, con un chut de falta colocado que paraba el malaguista.

En la segunda mitad, el ritmo descendió considerablemente. El calor no sólo se notaba en el seleccionador español, el ex rojiblanco Santi Denia, sino en estos jóvenes entre los que dio el susto Gelabert con un choque contra otro de los nigerianos de origen de la selección inglesa.

Una segunda parte para olvidar

La relajación es otro punto a tener en cuenta en el fútbol y de esa pecó España como se demostró rápidamente con el tanto de Gibbs-White que significaba el empate antes del primer cuarto de hora de estos segundos 45 minutos.

El barcelonista Miranda a punto estuvo de volver a poner al combinado nacional por delante en el marcador con un testarazo en un córner que repelió bien Anderson. Volver a remar es lo que tocaba y de eso ya habían demostrado tener palistas de sobra.

Uno de ellos era el bigoleador de la final, Sergio Gómez, que se metió más al centro para recuperar el control del partido pero Inglaterra seguía haciendo daño por banda con jugadas de manual como la del gol de Foden que significaba la remontada parcial.

El sevillista Lara por Gelabert era la solución que precisaba Santi Denia con veinte minutos todavía por jugarse, justo el tiempo que había necesitado la selección para hacer los dos primeros de la tarde -noche cerrada ya en la India.

Primero Mateu Morey y luego Abel Ruiz, ambos barcelonistas, avisaban que aún quedaba mucho para darles por muerto. Mientras el mediocentro del Villarreal Carlos Beitia entraba por el también madridista Antonio Blanco con el reloj corriendo demasiado rápido ahora.

Más aún cuando Guehi hacía el cuarto en una jugada catastrófica que les dejaba prácticamente sin opciones a conseguir la estrella que les faltaba. Otro castellonense como Nacho Díaz entraba por el merengue Moha pero el título estaba visto para sentencia y el inglés Foden hacía el quinto final (5-2), que acababa con tanganas por la prepotencia del ganador y la frustración del perdedor.