Simon Yates se queda el liderato de La Vuelta con un segundo de ventaja sobre Valverde

La Covatilla, primer final en alto serio de La Vuelta a España, descubrió las fuerzas reales de algunos de los favoritos al triunfo final de la ronda española. Nairo Quintana está pletórico, al igual que Wilco Kelderman, pero el liderato recayó por un segundo en Simon Yates –el ganador virtual del pasado Giro hasta que estalló a dos días del final– sobre un Alejandro Valverde que pagó los esfuerzos de etapas anteriores.

Benjamin King logró su segunda victoria en La Vuelta a España en un final de infarto mano a mano con Bauke Mollema. El americano se marchó al inicio del puerto final y llegó a tener 1:30 de ventaja sobre el holandés, quien recortó la ventaja hasta 15 segundos, pero se desfondó en un kilómetro final de infarto también en el grupo de los favoritos.

Miguel Ángel López soltó el primer demarraje verdadero de esta vuelta llevándose a Kelderman consigo y posteriormente a Nairo Quintana. Valverde o Kwiatkowski, dominadores de las anteriores etapas de media montaña, sufrían en la alta montaña, terreno en el que Yates o Uran sacaron músculo.

El problema fue que las hostilidades entre los gallos llegaron tarde, muy tarde, como consecuencia del viento de cara que ayudó a que la cobardía prevaleciese sobre la valentía de los ciclistas. Kelderman, quien cedió 1:40 hace dos días en los abanicos, echará ahora de menos ese tiempo al sentirse el más fuerte del día en una Covatilla que puso de manifiesto que Nairo Quintana está fuerte, pero igual de conservador que siempre.

La Vuelta llega a su primera jornada de descanso cambiando de líder con Simon Yates como principal favorito con Valverde a un sólo segundo, pero con Nairo también respirando muy de cerca. En Movistar tendrán que determinar quién lidera la bicefalia, pero todo hace indicar que Valverde seguirá preparándose para el Mundial y para ganar etapas, mientras que Quintana buscará su segunda Vuelta. Veremos si los planes salen como se escriben sobre el papel. Yates, Kelderman y López no van a vender barata su piel.