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Venció a Norrie en la final (6-4, 6-4)

Nadal reina en Acapulco y continúa con su temporada perfecta

Rafael Nadal se proclamó vencedor del torneo ATP 500 de Acapulco, después de derrotar a Cameron Norrie en dos sets en el partido por el título. Rafa suma su tercer trofeo del año, en otras tantas competiciones disputadas, y continúa imbatido en 2022

Nadal se supera con el mejor inicio de temporada de su historia

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

2022 es el año de Rafael Nadal. El tenista español, a sus 35 años, ha logrado desprenderse de sus problemas físicos por enésima ocasión y también, por infinita vez, sorprender a propios y extraños con un tenis majestuoso que le lleva a lo más alto. Rafa conquistó su tercer título de la temporada en Acapulco, aún en el mes de febrero, continuando con su campaña perfecta y con Cameron Norrie (6-4, 6-4) como última víctima. El británico, una de las revelaciones de los últimos meses en el circuito, puso sus armas en batalla pero se encontró con la confianza y los golpes de Invictus Nadal, que suma y sigue en un comienzo de año de ensueño. Un chupito de tequila por el campeón.

En una final muy atractiva, con dos zurdos que todo lo aguantan, pero con la confianza al máximo para atacar a su rival, Nadal se mostró superior en los momentos importantes y en dos sets con guion diferenciado, acabó llevándose el gato al agua. Norrie, brillante durante toda la semana, también fue meritorio en la final, pero su derecha cruzada fue a parar a la del mejor de la historia y ello minimizó sus virtudes. Con todo, el tesón y la confianza del británico estuvieron presentes y le dieron la competitividad necesaria al encuentro, aunque no tuviera sus frutos.

Y es que enfrente había un auténtico huracán, lanzado por la viveza de las pelotas en Acapulco, donde se encuentran los efectos que no veía con continuidad Nadal en Australia, y espoleado también por la confianza que da sumar 14 victorias consecutivas en un inicio perfecto de 2022. Es muy complicado competir con un jugador con la experiencia de Rafa, su talento, y con la inercia de su lado. El resultado fue el triunfo en dos sets (6-4, 6-4) y la cuarta pera de campeón para el español en México.

Sin resaca tras tumbar al nuevo número uno, Daniil Medvedev, en la bienvenida a su reinado en la ATP, Rafael Nadal se presentaba en la final de Acapulco con la confianza por las nubes y en disposición de completar el triplete en el comienzo de temporada. Primero fue el Summer Set de Melbourne, torneo de preparación que le reportó el primer trofeo de 2022, además de un calentamiento perfecto para hacer saltar la historia por los aires en el Open de Australia, donde se convirtió en el tenista con más títulos de Grand Slam de todos los tiempos.

El saque, la derecha y el primer set

Un currículum cuajado en un mes y que a muchos les valdría por toda una carrera, pero no para el insaciable Nadal. De vuelta en una final, en Acapulco venía sacando su versión más espectacular y volvería a hacerlo ante Norrie. Desacertado de inicio, Rafael necesitó sólo un par de juegos para calentarse y hacer fluir su talento, incidimos, con tintes más creativos que nunca.

Con la derecha corriendo más que nunca en 2022, y ya es decir, y atreviéndose a hacer bote prontos a los McEnroe, Nadal desactivó la inercia ganadora de Norrie y le ajustició en el primer set con un sólo break, una estrategia que ya utilizó ante Medvedev y que le reporta el éxito más rotundo gracias a la combinación saque-derecha que se le presupone a casi cualquier dominador sobre pista dura. El 6-4 subía al marcador y dejaba a Rafa a los pies de un nuevo título. El cuarto en México, el tercero de la temporada.

Rey de Acapulco

Norrie, que no iba a rendirse, tomó como oportunidad un nuevo break de Rafa de inicio en el segundo, por rocambolesco que esto pudiera parecer. El español se relajó tras quebrar y verse con ventaja y su rival, más tranquilo tras destrozar una raqueta contra el cemento, encontró los golpes de los que adolecía minutos atrás para igualar y estar cerca de tomar ventaja en el luminoso. Un auténtico espejismo, como el lapsus de Nadal, que a continuación sumaría cuatro juegos seguidos para asomarse a la ventana en la que se exponía el trofeo, la mítica pera de campeón de Acapulco.

Era demasiado pronto para levantar los brazos de forma definitiva y la bestia británica, Cameron Norrie, aún daba sus últimos coletazos sobre la pista. Este resistir le sirvió para disminuir la ventaja y dejar en un sólo break la disposición final del partido, pues Rafael Nadal Parera, acostumbrado a ganar y más en un perfecto 2022, apenas dudaba a la segunda para cerrar el partido y dejar claro que en este año, el único número uno es él.