Márquez se pasea en Argentina y ya es líder del Mundial

A día de hoy, y visto lo visto en los últimos mundiales, Marc Márquez es el mejor piloto del planeta tierra y eso no hay quién lo discuta. El reciente campeón del mundo volvió a dar una clase magistral a los lomos de la Honda y se impuso en el GP de Argentina de MotoGP en una carrera que dominó de principio a fin. Rossi fue segundo y Dovizioso, tercero.

Y es que todos los caminos conducían a Márquez. Después de ser el mejor en tres de los cuatro entrenamientos libres y ser el más rápido en la clasificación del sábado, el campeón se tomó la revancha después de haber perecido por pocas milésimas en Losail ante Dovizioso. Y además, a esto hay que añadirle que el campeón español acudía a Argentina con sangre en la boca después de lo sucedido hace ahora un año en Termas.

Recuerden: en la carrera argentina de 2018, Marc Márquez vivió uno de sus peores días como profesional después de echar a Rossi en un curva y llevarse el rechazo del italiano minutos después. Porque ese día todo fue mal para el de Cervera. Primero se tuvo problemas mecánicos, después recibió una sanción que le llevó a la cosa de la parrilla y buscando lo imposible tocó a Aleix Espargaró y posteriormente intentó adelantar a Valentino por una zona imposible. En resumen, el español acabó convirtiéndose en el más odiado hasta que logró cambiar la opinión de la critica haciendo lo que mejor se le da: domando la moto en la pista y ganando carreras.

Así que esa carrera estaba en la mente de un Marc Márquez que, sabiendo que es el piloto con más ritmo de la parrilla, tenía una estrategia clara: escaparse y hacer la carrera más plácida para su persona… y hasta para el que se encarga de hacer una crónica. Y eso sucedió. El español hizo una salida perfecta y al primer paso por meta ya sacaba algo más de un segundo a un Dovizioso y Rossi que buscaban lo imposible: dar caza al piloto español. Salvo error del de Cervera, todo hacía indicar que sonaría el himno de España en el podio.

El resumen de lo que era la carrera es que, a falta de 13 vueltas para el final, Márquez sacaba más de cuatro segundos a sus perseguidores, que eran Rossi, en segunda posición, y Dovizioso que estaba tercero. El español más cercano al podio era Viñales con una séptima posición. Mientras tanto, Jorge Lorenzo se perdía en la decimoquinta posición en una clara señal de que la Honda siempre ha sido una moto que cuesta domar… sobre todo, en los orígenes.

Así que todo acabó de forma plácida para un Márquez, que desde la jornada del viernes, ha dominado de principio a fin en una carrera en la que tenía una cuenta pendiente después de lo sucedido en 2018 con Valentino Rossi. El campeón español se tomó la revancha y a lo grande. Un paseo que demuestra que en estos momentos nadie come en la mesa del piloto español.