Ejemplar comportamiento de los jugadores

Ledesma corrió a por un desfilibrilador y José Mari llevó una camilla para atender al aficionado

Ledesma corrió a por un desfilibrilador y José Mari llevó una camilla para atender al aficionado
Hugo Carrasco

El Cádiz-Barcelona quedó marcado por una emergencia médica que obligó a detener el partido a falta de 10 minutos para el final. En uno de los fondos del Nuevo Mirandilla, un aficionado sufrió un accidente cardiovascular y tuvo que ser reanimado durante cerca de media hora. Se vivió una larga y tensa espera en la que tanto la grada como los jugadores se volcaron con lo sucedido. El portero del Cádiz, Conan Ledesma, dejó la que es sin duda la imagen de lo que va de temporada y que pudo salvar la vida del aficionado, puesto que fue quien lanzó el desfibrilador a los médicos que se encontraban atendiendo al aficionado.

Además, José Mari, uno de los capitanes del cuadro cadista, llevó una camilla por la grada para que los sanitarios y técnicos pudieran trasladar al aficionado indispuesto rumbo al hospital.

Desde los banquillos, portaron un desfibrilador para poder reanimar y estabilizar el aficionado del Cádiz, yendo el meta gaditano corriendo a por él y lanzándolo a la grada para que llegase a su destino. Además, se vio a jugadores de ambos conjuntos con caras de máximas preocupación, como a Araújo rezando en pleno césped o a Pacha Espino apoyado en su portero con claras muestras de preocupación.

Finalmente, tras casi media hora de espera y cuando Del Cerro Grande había decretado que los jugadores se metieran al túnel de vestuarios para pausar el partido, el aficionado fue reanimado, estabilizado y evacuado en camilla hacia el exterior del estadio, donde esperaba una ambulancia. En ella, fue trasladado a un hospital cercano al Nuevo Mirandilla.

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