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CASO NEGREIRA

El hijo de Negreira declara que «nunca recibió un euro de su padre» por los trabajos al Barça

El hijo de José María Enríquez Negreira, Javier Enríquez, declaró ante la Fiscalía de Barcelona que su padre nunca le pagó por los trabajos realizados para el Barça. Que nunca llegó a transferirle el dinero por esos informes realizados, el supuesto objeto del contrato que, sin embargo, no figuraba en las cuentas del club. El Ministerio Público investiga al que fuera número dos del colectivo arbitral español por los pagos entre los años 2016 y 2018 del club blaugrana a una sociedad DASNIL 95 SL, propiedad del ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Los pagos totales comenzaron en 2001 y alcanzaron los 7 millones de euros.

Según la documentación que obra en la Fiscalía, Negreira tenía a sueldo a su hijo en la sociedad a través de la que canalizaba esos pagos del Barça. Le ofrecía, supuestamente, una nómina por trabajos realizados de asesoramiento, pero su descendiente declaró ante la fiscal que «nunca» recibió «un solo euro por parte de su padre», según fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO. Así también lo corrobora la ex mujer de Negreira, María Luisa Romero, que ha sido entrevista en exclusiva por este periódico.

La ex esposa asegura que su hijo se enteró de que su padre le tenía en nómina por la fiscal que le interrogó. «Le tenía puesto como que le pagaba, pero (Javier Enríquez) no vio un duro nunca». Además, recalca: «Se acaba de enterar ahora, al mover papeles y cosas, que figuraba como que cobraba».

Las mismas fuentes aseguran que la secretaria personal del ex arbitro también ha ratificado que el hijo de Negreira nunca cobró de la empresa de su padre, pese a que constaban salidas de dinero con este pretexto. Fuentes de la investigación explican que posiblemente Negreira tuviese que justificar la retirada de efectivo de algún modo. Una de las posibles artimañas era tener aparentemente en nómina a su hijo, pero sin llegar a ejecutar los pagos a la cuenta corriente de su hijo.

El destino del dinero

Dónde fueron a parar los fondos pagados por el Barça a la empresa de Negreira es una de las grandes incógnitas de la causa. En medio del escándalo por los pagos del F.C. Barcelona al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, la que fue su esposa durante décadas y madre de sus hijos ha decidido romper su silencio y hablar en exclusiva para OKDIARIO sobre el rastro de los 7 millones de euros que el ex número dos del arbitraje español percibió del Barça a través de una empresa a su nombre«Si recibió esas cantidades, a casa no llegaron», asegura. Además, cree que las amenazas por carta y burofax al club catalán no iban de farol: «Si no tuviese un as en la manga, no manda un burofax amenazando».

Las alertas saltaron en Hacienda cuando, tras una revisión de cuentas, detectaron que la empresa Dasnil 95 S.L. había cobrado desde el año 2001 hasta el 2018 cerca de siete millones de euros de un solo cliente: el F. C. Barcelona. Y lo que era más llamativo: que el propietario de esa empresa, que supuestamente vendía bolígrafos y llaveros y cuyo negocio se basaba al 95% en esos pagos, había sido el número dos del arbitraje durante 24 años. Pagos que cesaron un mes después de que dejase el cargo, en mayo de 2018, por unos supuestos trabajos de «asesoramiento verbal» que Enríquez Negreira no consiguió acreditar documentalmente.

Lo que Hacienda no ha podido acreditar, y ahora intenta hacerlo la Fiscalía Provincial de Barcelona, es el destino final de toda esa cantidad de dinero. Tras analizar las propiedades y cuentas de Enríquez Negreira, no se ha detectado ningún crecimiento patrimonial en esos años. El dinero, parece, que desapareció con la misma facilidad que entró a Dasnil 95 S.L.

Eso mismo es lo que ha asegurado María Luisa Romero que manifiesta que tampoco percibió en ningún momento esas enormes cantidades de dinero que supuestamente entraban en la familia. A razón de cerca de 200.000 euros en los primeros años, que aumentaron por encima del medio millón de euros anual a partir de 2008.