BARCELONA VS VALENCIA: JORNADA 28 DE LIGA

El Valencia se autodestruye en el Camp Nou (4-2)

VALENCIA
Messi y Luis Suárez. (Foto: EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona se aprovechó de un Valencia en proceso de autodestrucción para continuar enganchado a la lucha por la Liga. El equipo culé rindió lejos de su mejor nivel ante un rival que toreado por la pericia de Luis Suárez, que logró expulsar a Mangala dejando el choque en bandeja de plata para ser sentenciado en la segunda mitad.

Y eso que Voro hizo un planteamiento de partido muy valiente y sensato. El técnico ché ordenó una presión alta muy efectiva y arrebató por muchos minutos el balón a un Barça que volvía a adolecer de eficacia en el centro del campo. Con Busquets cortocircuitado, Rakitic se cachaza andaluza, Rafinha desaparecido e Iniesta intermitente, Luis Enrique optó por un fútbol más directo encontrado a Luis Suárez en su mejor versión.

El uruguayo creó desde sus botas las mayores ocasiones de peligro mostrando que su faceta como regateador no tiene demasiado que envidiar a Messi o Neymar. El delantero jugó con los espacios y con su cuerpo para sacar los colores a dos centrales pocos ágiles como Mangala y Garay. A los 20 minutos, el Barcelona ya había dispuesto de dos ocasiones clárisimas para adelantarse, pero Alves supo achicar agua en cada una de ellas.

El Valencia, por su parte, correspondía con un enorme Carlos Soler que vio cómo Ter Stegen sacaba otro tanto cantado. El alemán es de esos porteros que marca diferencias y que da puntos a su equipo, sin embargo, sus milagros no se pudieron prolongar después de un tremendo cabezazo de Mangala que volvía a poner de manifiesto que este Barça es vulnerable por arriba.

Era el minuto 30 y el Valencia estaba haciendo muy bien las cosas, demasiado bien hasta para los más optimistas. Poco tardó el equipo levantino en hacer honor a su historia de los últimos años pulsando el botón de autodestrucción. Neymar sacó con velocidad un saque de banda y éste se aprovechó de lo dormido que estaba Garay para ganarle la espalda y plantarse sólo para batir a Alves. Error de cadete como poco.

El Valencia decidió entonces meterse atrás y Mangala ya daba un aviso que esa no era una buena idea. El central pegó un patadón a Messi en la frontal que le costó la amarilla. Se mascaba la tragedia para los intereses de los murciélagos y Luis Suárez otra vez olió sangre en un pase al hueco. El uruguayo dejó correr el balón desbordando a Mangala y plantándose sólo contra Alves.

El defensa pensó que mejor que fuese gol debía hacer penalti y ser expulsado. Y eso fue lo que hizo. Luis Suárez no dudó en tirarse al notar el más mínimo contacto y conseguir las consecuencias antes enunciadas. Messi, viendo que Alves es el mejor parapenaltis del mundo, decidió asegurar lanzando raso y al centro como si fuera el FIFA.

El Barça daba por ganado el partido y lo evidenció desconectando completamente tras el gol en el minuto 45. El Valencia lo aprovechó con una tremenda internada de Gayá que se la puso a Munir para que únicamente tuviese que empujarla. El partido adquiría un mínimo de picante para la segunda mitad.

El Barcelona se gustó

Y como era de esperar, el Barcelona salió a arrinconar a un Valencia que se conformaba con salir a la contra. De dar tres pases seguidos mejor ni hablamos. Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final fue Messi, en un jugada donde el recién ingresado Abdennour fue una madre permitiendo que el argentino se la acomodara en su pierna diestra para batir por palo corto a Alves con apenas siete minutos cumplidos del segundo periodo.

El Barcelona se empezó a gustar y en lugar de buscar el gol de la tranquilidad quiso dar espectáculo a su público. Luis Suárez, Messi y Neymar perdonaron múltiples ocasiones permitiendo vivir a un Valencia que conforme pasaban los minutos se iba creyendo con opciones de empatar.

Los visitantes fueron llegando con más y más hombres, pero no llegó a rematar en ningún momento con peligro al marco de Ter Stegen. La sentencia para los azulgrana la materializó uno de los señalados de los últimos meses y ex valencianista, André Gomes. El portugués se aprovechó de una arrancada desde campo propio de Neymar donde el brasileño se plantó en el área rival dejándole el balón a su compañero para que la empujase.

El Barça ganó y se gustó ante un Valencia que podría haber hecho mucho más de haber jugado con 11. Los levantinos de autodestruyeron tras una expulsión absurda, pero muestran mucha mejor cara a las órdenes de Voro. El Barcelona se mantiene firme en la lucha por la Liga, aunque su juego ya no sea el del tiki-taka.

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