Desastre de Tebas en el regreso del público a los estadios
Javier Tebas tiene un quebradero de cabeza más que solucionar. Cuando se presuponía que el público español tenía más ganas que nunca de volver a los estadios a animar a sus equipos, los aficionados no han respondido como esperaba la patronal de clubes. En el mes de septiembre, la Real Sociedad fue el único club que vendió todas las entradas disponibles en su estadio teniendo en cuenta las restricciones, mientras que los campos sólo alcanzaron un 70% de la capacidad disponible.
Estos datos dejan claro que el público no se ha reenganchado a una Liga sin estrellas ni goles. Los datos reflejan que más de un 5,5% de los espectadores se han ido de los estadios respecto al mismo mes de septiembre de 2019, antes de la pandemia. En la media aritmética se cuenta que la capacidad de los estadios no es total –es de un 60%– para calcular el porcentaje de los estadios.
No en vano, el partido que más aficionados ha reunido en este mes en un estadio fue el duelo en el Metropolitano entre Atlético y Athletic de Bilbao con 38.978 espectadores cuando el coliseo rojiblanco dispone de capacidad para 68.456 aficionados. Pese a que podían vender hasta 43.000 entradas, los rojiblancos no consiguieron el lleno que sí tuvo lugar en Anoeta.
Hubo equipos que superaron el 90% con el Sevilla, Espanyol y Osasuna como protagonistas de estos semillenos, pero también hubo grandes fracasos como se ha podido evidenciar en el Camp Nou. El Barça recibió al Granada y posteriormente al Levante congregando poco más de 27.000 espectadores cuando podían recibir a 40.000 aficionados.
El caso culé y mucho, pero no es tan grave como la asistencia del público a los partidos de los lunes. Sin ir más lejos, el duelo entre Celta y Granada de esta pasada jornada en Balaídos albergó a apenas 6.375 espectadores en el campo siendo éste el aforo más bajo todo el mes con apenas un 36% de asistentes. Los números no engañan y previsiblemente la cosa irá a peor con el transcurrir del tiempo, pese a que caigan las restricciones.
Tebas no ha conseguido reenganchar al público con una Liga venida a menos y con un espectáculo más limitado que en años anteriores. Los números no engañan y muchos clubes no saben si celebrarlo porque no tienen que hacer sorteos entre sus socios para entrar al estadio o lamentarlo por la merma de los ingresos por taquilla. El fútbol español se encuentra ante un grave problema de atracción para unos aficionados que han encontrado cosas mejor que hacer los fines de semana.