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Los hechos ocurrieron el jueves en Cantabria

Denuncian el ataque de la seguridad privada de Shakira y Piqué a un fotógrafo

La Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros (APFC) ha condenado el "ataque" que ha sufrido uno de sus profesionales por parte de miembros de la seguridad de Shakira y Piqué mientras ejercía su trabajo, fotografiando a ambos haciendo surf en aguas cántabras

Los supuestos hechos sucedieron durante la tarde del jueves 2 de septiembre y el fotógrafo se vio obligado a llamar a la Guardia Civil

La Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros (APFC) ha denunciado y condenado el ataque sufrido por uno de sus profesionales por parte de miembros de la seguridad de Shakira y Piqué mientras ejercía su trabajo en una playa cántabra. Los supuestos hechos sucedieron durante la tarde del pasado jueves, cuando el fotógrafo Javier Rosendo se encontraba en Oyambre para fotografiar a la pareja mientras practicaban surf en la playa.

Según ha denunciado la APFC en su comunicado, en el momento en el que la pareja salió del agua es cuando se produjo el incidente, explicando que las personas cercanas al futbolista y la cantante «abordan y rodean al fotógrafo, lo increpan, presionan e intimidan entre un grupo de más de ocho individuos, azuzándolo a gritos y violentándolo intensamente».

Piqué dio las órdenes

«A indicaciones del Sr. Piqué, le retiran su cámara, se la sustraen de su persona y proceden a borrar las imágenes que pudiera haber captado, todo ello entre gritos, amenazas diversas y en una situación de inferioridad e indefensión del fotógrafo, que aunque contaba con testigos en la zona, no pudo oponerse a los hechos ante el riesgo de que el altercado tomara tintes más violentos contra su integridad», añade el comunicado.

Ante lo acontecido, el fotógrafo no tuvo otra que llamar a la Guardia Civil para personarse en el lugar y tomar nota de los acontecimientos. «No se puede consentir que un periodista en el ejercicio de su trabajo sea atacado impunemente de esta manera por cualesquiera otros ciudadanos, máxime cuando, además, se encontraba en un espacio público y está perfectamente reglado el derecho que asiste a un profesional del periodismo de llevar a cabo su labor», continúa el comunicado.

«Un periodista tiene perfecto derecho a ejercer su labor en cualquier lugar o espacio público, sin que nadie reaccione contra él de manera intimidatoria o violenta. Solo la autoridad judicial competente está facultada para ordenar la intervención del material de trabajo del profesional, que en todo caso, no puede ser realizada de manera discrecional, mucho menos, de manera abusiva o con el uso de la fuerza o intimidación por parte de cualquier persona. No se ha conseguido el propósito de coartar, manipular, e impedir que una información se publique», finaliza la asociación.