Dembélé: renovación o venta

Nadie podía pensar hace solo seis meses que Ousmane Dembélé pasaría ser capital en el Barça, al igual que sería otra la directiva que presidiría el club a estas alturas. El francés se ha ganado sobre el terreno de juego ser considerado importante en el vestuario culé. De hecho, los 105 millones de euros fijos que se pagaron por él al Borussia Dortmund en el verano de 2017 hacían pensar esto. También los 40 millones extra que contemplaba su fichaje en términos variables –de los que ya se han cumplido 30 y restan 10 si el Barça gana dos Champions League con él, a razón de cinco cada una–.

El Barcelona pagó por un jugador top o un proyecto de él al BVB y recibió a cambio, en un primer momento, un futbolista que alternó numerosas lesiones con una conducta reprochable. No ha sido hasta esta temporada, la cuarta en el club y cerca de cumplir 24 años, cuando Dembélé ha dejado ver su mejor nivel a raíz de su regularidad tanto física como de minutos. Es por ello y cercano al fin de su contrato –cumple en 2022–, cuando la directiva blaugrana está agilizando y acelerando un nuevo contrato para el jugador.

Joan Laporta quiere ofrecer a Ousmane Dembélé una oferta de renovación hasta 2025, según Sport. El objetivo no es otro que intentar convencer al futbolista de que acepte la propuesta, regateos mediante, con el fin de alcanzar un acuerdo antes de que acabe la temporada y se marche con la selección francesa para la disputa de la Eurocopa. Esa es la fecha límite del Barça. Antes de ese momento, el jugador debería de haber tomado una decisión al respecto ya que desde el club lo tienen claro: renovación o venta.

El Barça confía en el futbolista una vez que este ha demostrado estar más centrado en su rendimiento futbolístico y ha conseguido aplacar las continuas lesiones. Sus números esta temporada no son tampoco ostentosos pero deja muchos intangibles sobre el terreno de juego. El nuevo sistema de Ronald Koeman ha permitido ver una versión diferente del futbolista, más próximo al área y no tan fijado a la banda. Es desde ahí, buscando los espacios, donde está demostrado ser más punzante si cabe.

Buen cartel en Europa

Principalmente por estos últimos meses, el cartel de Dembélé ha vuelto a deslumbrar. El jugador se ha echado el equipo a la espalda en según qué momentos de la temporada y eso ha vuelto a llamar la atención del resto de grandes europeos, entre ellos un Manchester United que ya lo intentó el pasado verano. El Barça tiene clara su prioridad, que no es otra que alcanzar un acuerdo con el futbolista para que renueve, pero también es consciente de que si no lo logra, deberá venderlo este verano.

Cuando aterrizó desde Dortmund, el galo firmó un contrato hasta 2022. Desde entonces, ni se ha ganado ni se ha intentado ningún tipo de renovación. La temporada que viene será su última en vigor con el Barça y en enero será libre de negociar un nuevo contrato. Laporta y su equipo son conscientes de que no pueden desaprovechar a sus mejores activos y que, ante esa posibilidad, lo mejor sería venderle este verano para sacar la mayor tajada posible por él e invertir lo que produzca en otro jugador de sus características.

La continuidad de Ronald Koeman le da galones y opinión en la estructura deportiva del Barça que viene, la plantilla 21/22. Por descontado, el holandés apuesta por su continuidad antes que su venta y la búsqueda de un sustituto. Ahora solo queda ofrecer algo que realmente seduzca al futbolista.

El futbolista ya se negó a renovar en verano, cuando el Manchester United apostó por su cesión, pero este se negó a renovar y a salir en tales términos. En el Barça son conscientes que en las negociaciones, jugador y agente llevarán la voz cantante en cuanto a los términos. Sport apunta a que el club culé ofrecerá un contrato que vaya mejorando económicamente temporada a temporada con el fin de ajustarse al límite salarial actual y al presupuesto de la entidad a día de hoy. Muy posiblemente la propuesta de los culés estará muy lejana a las pretensiones del futbolista y su nuevo estatus en el equipo.