PANATHINAIKOS 95-67 REAL MADRID: CUARTOS DE FINAL DE EUROLIGA

Tragedia en el OAKA para empezar

Tragedia en el OAKA para empezar
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El esperado debut de la eliminatoria que mide a Panathinaikos y Real Madrid dejó la sorpresa de lo que no parecía esperado. Sólo un equipo se presentó en el OAKA y ese no fue el dirigido por Pablo Laso. El Madrid naufragó en un encuentro trágico que comenzó a perder en el primer segundo y acabó vapuleado por la intensidad, la táctica y la garra de un equipo que presentó su candidatura a la Final Four y se impuso por 95-67. Lo mejor, y también lo único destacable en el plano positivo es que la paliza sólo se reproduce en un 1-o al mejor de cinco partidos, y que los blancos, con un cambio diametral, aún pueden competir por un puesto entre los cuatro mejores de Europa.

El elemento principal a evitar comenzó mordiendo. El OAKA calentaba el ambiente y a los jugadores madridistas les temblaron las canillas sobremanera desde el salto inicial. Las dos pérdidas de Randolph en 20 segundos supusieron dos canastas tempranas de Panathinaikos y la apertura de un monstruoso parcial de 20-0 que apartó al Real Madrid del partido nada más empezar.

Después de tres minutos de eliminatoria, el Real Madrid tenía pie y medio fuera del primer partido. Laso tardó en solicitar el tiempo muerto, pero la continuidad de los alley oops y canastas fáciles de los superatléticos hombres de verde dieron la razón al técnico vasco. La cosa no iba de táctica.

La entrada de la segunda unidad madridista permitió paliar la sangría en ambos lados de la cancha. Ayón dio consistencia a un equipo mareado por los cánticos intimidatorios proferidos desde las gradas del OAKA, y de pronto, sólo Mike James era foco ofensivo fiable para los locales. El problema fue que el ex de Baskonia alcanzó la inspiración total y con 14 puntos en la primera parte sostuvo el descanso de juego de su equipo y formó parte de un nuevo despegue, coincidente con el regreso de las pérdidas en el bando madridista, que acercó de nuevo la ventaja a los veinte puntos de diferencia antes del descanso, que llegaba como agua de mayo para un Madrid que necesitaba reaccionar.

Calathes fue el villano

El Real Madrid no estaba preparado para competir en Grecia, al menos en el primer partido, y nada más comenzar la segunda parte se vio que cualquier intento de remontada no era más que una utopía para un equipo superado por las circunstancias. Doncic no creaba, Tavares no intimidaba, y la diferencia subió de veinte para acabar con cualquier opción de que el 1-0 no subiera al marcador.

En el duelo de MVPs, Calathes hacía historia con una marca de 15 asistencias que no fue más que el resultado del espectáculo protagonizado por un equipo que dominó en absolutamente en todas las facetas a un equipo falto de un líder que se echara a las espaldas al equipo cuando vienen mal dadas. La baja de Campazzo pesaba y se echaba de menos a Llull, quien para muchos, con una pierna no habría permitido tal paliza.

Los últimos minutos, sin nada en juego, dejaron paso a los menos habituales, en busca de un descanso para lo que viene, que no es otra cosa que un segundo partido en el mismo escenario, y una reacción por parte de uno de los candidatos a ganar la Euroliga, que deberá cambiar su cara para tratar de sumar su primer punto en la eliminatoria.

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