El Sevilla-Atlético del Pizjuán lo ganó… el Barça

Los Reyes Magos también han pasado por el Sánchez Pizjuán y como regalo dejaron un partidazo entre los dos aspirantes al título de Liga. El sol lucía en lo alto del coliseo, el estadio estaba lleno hasta la bandera, todo estaba listo para disfrutar de un encuentro de esta categoría. Sevilla y Atlético de Madrid empataron a uno en un partido con dos mitades muy distintas. En la primera dominaron los locales y la segunda fue la de los porteros, ya que Oblak y Vaclik fueron los grandes culpables de que este partido no acabara en victoria de uno u otro equipo.

Los rojiblancos empezaron algo dormidos pero despertaron a tiempo para conseguir un punto que les vale para mantener la diferencia con su rival, pero no le vale para asaltar el liderato del Barcelona, Los primeros minutos fueron de tanteo, ninguno quería desvelar su estrategia. Aunque la del Sevilla era clara, aprovechar la presencia de Saúl en el lateral izquierdo para entrar una y otra vez por esa banda.

Esa zona era el punto débil de los rojiblancos y Machín lo sabía, cargaron todo el ataque por ese flanco. Jesús Navas fue un quebradero de cabeza para Saúl. El canterano sevillista insistía una y otra vez en quedarse mano a mano con su compatriota. Navas era más rápido y aprovechó la velocidad para generar peligro y poner en apuros a Oblak. Los locales dominaban, mientras el Atleti intentaba buscar a Griezmann en ataque sin éxito.

Antoine estaba desaparecido, la zaga le tenía bien marcado. Pero la primera que tuvo casi silencia el Pizjuán. Vaclik estuvo atento y detuvo el zapatazo del galo desde la frontal. Aunque el dominio seguía siendo del Sevilla, que una y otra vez encontraba el agujero por la banda izquierda. Precisamente por ahí llegó el primer tanto del encuentro, obra de Ben Yedder. En la jugada anterior ya había aparecido Oblak para salvar el gol tras un disparo de André Silva. El meta rozó el balón con la yema de los dedos lo suficiente para que se estrellara en el palo y terminase en córner.

Griezmann empata

El gol dejó aturdidos a los de Simeone, que estaban todavía en casa haciendo la siesta. Eso lo intentó aprovechar el Sevilla, pero de nuevo se topó con el muro esloveno. El guardameta rojiblanco se tomó la revancha de la jugada anterior y salvó el mano a mano con Ben Yedder. Casi sin crear apenas peligro, el Atlético logró empatar el encuentro antes del descanso. Antoine Griezmann aprovechó una falta al borde del área para igualar el choque antes del final del primer tiempo.

Así es este equipo, si perdonas te lo hace pagar. Estuvieron dormidos toda la primera parte, no pusieron en aprietos a Vaclik, pero por algo es uno de los candidatos al título. Arriba tiene a un jugador de primer nivel mundial, que aunque no atraviese por su mejor momento posee una calidad descomunal y necesita muy poco para hacer gol. La falta era un caramelo para un lanzador experto como él, simplemente acarició el balón y la mandó al fondo de la red mientras el meta hacía la estatua.

El Atleti frena a Navas

En la reanudación el Atlético salió mucho mejor. Lo más importante era cerrar el agujero que había en esa banda izquierda con las internadas de Navas. Para ello Simeone encomendó a Koke la tarea de anular al extremo de Los Palacios. Así consiguieron desarticular el ataque del Sevilla, parando a su mejor arma. Poco a poco se estiraban los rojiblancos. Saúl puso a prueba al meta checo en los primeros compases del segundo tiempo.

El Sevilla seguía siendo el amo y señor de la posesión, pero los papeles habían cambiado. Ahora eran los visitantes los que arremetían con fuerza contra la portería de Vaclik, aunque sin grandes ocasiones. En el ecuador de la segunda parte Ben Yedder tuvo el 2-1 en sus botas, pero el disparo se fue desviado. Era la mejor ocasión de los de Machín que, de nuevo, perdonaron, como en los primeros 45 minutos.

Esa ocasión fallada estuvo a punto de salir muy caro al cuadro de Nervión, pero ellos también tienen un señor portero que aparece cuando el equipo más lo necesita. Vaclik apareció para salvar los muebles en el mano con Griezmann. Minutos después sería Oblak quien volvería a estirarse para evitar el tanto. Aquello parecía un duelo de porteros, ya que el checo apareció de nuevo para desviar el zapatazo de Thomas. Al final, sus paradas valieron un punto que sólo favorece al Barça.