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Masters de Augusta

Adam Hayes, el ‘caddie’ que defendió a Jon Rahm cuando le llamaban «idiota»

Adam Hayes es, desde el otoño de 2016, el fiel escudero de Jon Rahm. Quizás poco conocido, pero de vital importancia para los éxitos del León de Barrika, a quien se dirigió nada más vencer en el Masters de Augusta: «Quiero dar las gracias a mi familia y a mi caddie Adam Hayes. Eres un modelo de comportamiento para mí, con tu profesionalidad, tu comportamiento. Ganamos estos torneos juntos y quiero agradecértelo». También, el propio Hayes recordó las palabras que le dijo al principio de semana: «El más atlético y con mayor capacidad de adaptación ganaría el Masters».

Y es que Hayes ha sido durante estos siete años una figura imprescindible en la evolución de Jon Rahm. De hecho, le defendió a capa y espada hace varios años de aquellos que le llamaban «idiota» dentro del circuito. «Hay un dicho que he escuchado mucho y los chicos lo dicen todo el tiempo acerca de varios jugadores: ‘Ese tipo (Rahm) es un idiota en el campo, pero excelente fuera de él’», dijo Hayes sobre lo que se comentaba de su compañero. «Odio ese dicho. Creo que Jon ha tenido mala reputación al principio de su carrera. Vieron el temperamento como pasión española. Es lo que la gente hizo de él», defendía al español allá por 2020.

Desde 2016, Hayes quedó prendado por la forma de ser del español, además de su juego y evolución en los años posteriores: «La primera vez que conocí a Jon y Kelley (su esposa), eran las personas más genuinas, respetuosas y amigables que había conocido en el mundo del golf. Es apasionado y fogoso, pero nunca es malicioso, tal vez para sí mismo, pero fuera del campo y dentro de él, es muy respetuoso con las personas que lo rodean».

Cuando Adam Hayes comenzó a trabajar como caddie de Jon Rahm, este ocupaba el puesto número 126 del mundo y ahora tiene 19 victorias en el PGA Tour y dos ‘Grand Slams’. Pero esto no le ha impedido continuar con su vida privada en Carolina del Norte de la mano de su mujer, Brandy Hayes, y sus hijos. Pese a acompañar a Rahm en todos y cada uno de los torneos anuales y una agenda más que ajetreada, el americano cuenta con una curiosidad más que peculiar en su día a día. Su mujer tiene una granja conocida como Stone Falls Farm donde, según informan en sus redes sociales, viven su «mejor vida criando alpacas, pollos y plantas».