El virus del ébola: su historia hasta encontrar la vacuna
El virus del ébola ha sido uno de los problemas más importantes que ha tenido que afrontar la humanidad, pero esa lucha ha llegado a su fin.
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El virus del ébola es una enfermedad muy grave, mortal en la mitad de los casos, que se transmite a los humanos por animales salvajes y se propaga en las ciudades de persona a persona. Por fortuna, hoy en día ya tiene tratamiento.
Los primeros brotes se encontraron en zonas remotas de África, cerca de selvas tropicales, pero en su historia y hasta el descubrimiento de la vacuna ha hecho estragos en las poblaciones de zonas rurales y también de grandes centros urbanos.
¿Qué es el virus del ébola?
El Ébola (Ebolavirus) es un virus de la familia Filoviridae (filovirus), junto con los géneros Cuevavirus y Marburgvirus.
Del Ebolavirus se han detectado 5 especies, que son el BDBV o Ebolavirus Bundibugyo, el EBOV o Ebolavirus Zaire, el SUDV o Ebolavirus Sudan, el TAFT o Ebolavirus Taï Forest y el RESTV o Ebolavirus Reston.
Las especies de virus del Ébola BDBV, SUDV y EBOV son las que han sido asociadas a los brotes en África y se ha comprobado que el virus responsable de la pandemia en África Occidental durante 2014 a 2016 pertenece a la especie de virus Zaire.
El virus se detectó por vez primera en Yambuku (República Democrática del Congo), cerca del río Ebola, y en Nzara (Sudán del Sur) el año 1976. Ambos brotes fueron simultáneos. Luego aparecieron otros brotes letales, como el de 2014 al 2016 en el oeste de África, en donde hubo más muertes que en todos los demás brotes juntos.
El virus se extendió a varios países: comenzó en Guinea, luego se trasladó a Sierra leona y Liberia. En sus comienzos, el virus presentaba una tasa de letalidad del 25% al 90%, mientras que los brotes últimos la tasa ha sido del 50%.
Actualmente, existen tratamientos para el virus del ébola, como la rehidratación con líquidos orales o intravenosos, aunque de ninguno de ellos se ha demostrado su eficacia plena. En contraposición, existe una vacuna experimental llamada rVSV-ZEBOV que ha demostrado ofrecer una alta protección contra el virus.
Cuando se detecta un brote de ébola, la OMS responde y colabora de diversas maneras, prestando servicios de laboratorio, vigilancia, atención a los casos, rastreo de contactos y logística, entre otras ayudas. Su objetivo es prevenir los brotes futuros manteniendo una estrecha vigilancia de todos los casos.
La OMS aconseja para todos los entornos de salud la prevención y control de las infecciones en pacientes con fiebre hemorrágica por filovirus, diagnosticada o no confirmada, con énfasis en el virus del Ébola.