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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir tres raciones de fruta y dos raciones de verdura al día para cuidar la salud. Pues bien, de todas las verduras que hay disponibles, los pimientos son una de las más saludables: regulan el tránsito intestinal, combaten el daño oxidativo de los radicales libres, refuerzan el sistema inmunológico, ayudan en la absorción de hierro, etc.
Ahora bien, al igual que con cualquier otra verdura, a la hora de consumir los pimientos, debes prestar especial atención a su aspecto, textura y aroma para comprobar si se encuentra en mal estado. A continuación te damos una serie de claves para saber si los pimientos se han puesto malos.
En caso de que estén arrugados, significa que llevan mucho tiempo almacenados. Si no huelen mal ni tienen partes aguadas, lo más probable es que no vayan a causarte ningún problema de salud, pero sí notarás que los pimientos tienen un sabor rancio y poco agradable. Ahora bien, en caso de que los pimientos tengan cortes o partes aguadas, mejor tíralos porque están a punto de pudrirse.
¿Cómo elegir los mejores pimientos?
A la hora de comprarlos, debes estar atento a los siguiente aspectos:
- Piel: la piel tiene que ser suave y firme. Si está arrugada, aunque solo sea por una parte, significa que los pimientos se están secando. En caso de que haya zonas blandas, el problema es aún peor, porque es una señal de que están empezando a pudrirse.
- Tallo: en cuanto al tallo, debe tener un color verde que no esté marchito ni opaco.
- Peso: si hay una báscula a mano, pesa los pimientos. Selecciona aquellos más pesados en proporción a su tamaño porque significa que son carnosos y están maduros.
Consejos de conservación
Una vez en casa, toca conservar los pimientos para mantenerlos frescos. Si quieres guardarlos enteros, no los laves. Simplemente tienes que colocarlo en una bolsa de plástico, ya que este material permite liberar los gases que producen los pimientos. Si los guardas en un recipiente hermético, los gases quedarán atrapados y acelerarán su maduración, y también su deterioro. Así puedes conservarlos hasta dos semanas.
Si quieres que permanezcan intactos durante más tiempo, puedes congelarlos. Lo primero es hervirlos durante un par de minutos. Luego, ponlos en agua helada para cortar la cocción. Y, por último, guárdalos en bolsas aptar para congelador. Los pimientos congelados duran hasta un año sin perder nutrientes ni sabor.