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Trucos de cocina

Soy pescadero y este es el sencillo truco que siempre recomiendo para que el pescado no te quede seco

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

La merluza, el lenguado, una lubina o incluso una dorada. Da igual el tipo, comer pescado siempre es una buena idea y muy sabrosa. Si bien hay cientos de recetas que lo potencian y hacen de una comida un festín, la realidad es que hay un detalle que puede arruinarlo todo: que quede seco.

Morder un pescado y que este muestre resistencia daña por completo la experiencia. Pero, afortunadamente, hay un truco muy sencillo que no deja el destino del pescado al azar, sino que asegura conseguirlo al punto. No viene de ningún chef con estrella Michelin, sino de un hombre que conoce el pescado como la palma de su mano: un pescadero con 25 años de experiencia.

Este es el sencillo truco que evita que el pescado quede seco

José María Sánchez (@belipescadería), sevillano y pescadero de toda la vida, acumula más de 25 años de experiencia  y más de 45.000 seguidores en Instagram, donde comparte consejos sobre cómo sacar el máximo provecho al pescado.

Según cuenta en sus redes, cocinarlo bien no es tan complicado como parece, pero hay que tener cuidado, porque el mínimo error lo deja sin sabor y con textura de cartón.

Su método, tal y como explica en uno de sus vídeos, se resume en tres pasos que cualquiera puede seguir en casa.

1. Nunca lo cocines frío

El primer fallo habitual es empezar a cocinar el pescado nada más sacarlo del frigorífico. Lo ideal es dejarlo reposar unos 15 minutos a temperatura ambiente antes de llevarlo al fuego o al horno.

Esto permite que se cocine de forma más uniforme y no quede crudo por dentro ni reseco por fuera. Una diferencia mínima en tiempo que cambia completamente el resultado.

2. Marinarlo unas horas antes de cocinarlo

Otro de los trucos que marca la diferencia es el marinado. José María recomienda un básico: aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta. Nada más. A partir de ahí, se puede experimentar con toques cítricos (lima, naranja), un poco de soja, hierbas como el eneldo o especias según el tipo de receta.

La clave está en dejar que el pescado absorba parte del aliño antes de entrar en calor. Así no sólo queda más jugoso, sino que el sabor se potencia.

3. Vigila el tiempo de cocción

Aquí no hay regla exacta porque todo depende del tamaño y tipo de pescado. Lo importante es no pasarse. José María lo explica con tres señales claras: si el ojo está blanco, si la aleta inferior se suelta con facilidad y si la carne se separa sola con un tenedor, está listo.

Otro detalle importante es el control de la temperatura. Siempre a fuego medio, tanto en horno como en sartén, para que el calor se reparta de forma uniforme. Si se mete un golpe de calor fuerte, lo de fuera se tuesta y lo de dentro queda crudo.

Además, hay un gesto simple que muchos olvidan y que marca la diferencia: secar bien el pescado antes de cocinarlo. No basta con escurrirlo un poco; hay que usar papel de cocina y eliminar toda la humedad, especialmente si se ha marinado antes. Así se consigue una cocción más limpia, un exterior dorado y un sabor más intenso. Ahora sólo hay que salir a comprar un buen pescado y cocinarlo con estos trucos.