El Santo Grial podría estar en España: la prueba que confirmaría todas las sospechas

España podría ser el lugar en el que se encuentra el Santo Grial, existe una prueba que confirmaría todas las sospechas. Uno de los elementos más místicos de la historia de la religión que ha sido objeto de innumerables leyendas y películas, es sin duda alguna un cáliz que parece que tiene poderes mágicos. Cuenta la leyenda que quien beba de él puede convertirse en inmortal, de la misma forma que Jesucristo consiguió vencer a la muerte, o volver de ella para seguir transmitiendo su mensaje.

Hay una prueba que sería capaz de confirmar todas las sospechas habidas y por haber. Estamos ante una pieza que puede acabar siendo lo que marque estos los que empezamos a pensar en realizar algunas escapadas. No necesitamos seguir a Indiana Jones o a cualquier otro arqueólogo de la pequeña o gran pantalla en busca de un objeto único, sino todo lo contrario. Sólo necesitamos movernos en busca de un lugar que esconde el que podría ser el Santo Grial. Un elemento que ha acabado siendo el que ha llegado en estas jornadas para quedarse.

Podría estar en España el Santo Grial

En España podemos tener todo tipo de elementos que nos acompañarán. Lo harán de la mano de una serie de detalles que son los que marcarán un antes y un después. Especialmente de la mano de una serie de descubrimientos que son claves y que pueden darnos más de una alegría.

Vivimos en un lugar de vacaciones que puede darnos, no sólo unos paisajes que pueden ser espectaculares. Sino también una larga lista de elementos que se han convertido en la mejor opción para estas jornadas en las que todo es posible. Conocer nuestra historia, también es conocer la de la propia humanidad.

Nuestro país fue un imperio que no dudó en mostrarnos lo mejor de la mano de una serie de elementos que han llegado para quedarse. Sin duda alguna, hay una larga historia y una serie de detalles que acabarán siendo los que marquen una diferencia importante en todos los sentidos.

Este descubrimiento realizado en un pequeño monasterio del Norte de España puede cambiar la historia de la humanidad y esa búsqueda de un elemento que puede ser que hayamos tenido siempre cerca de casa. La prueba que confirmaría todas las sospechas ya se ha realizado y ha sido positiva.

Esta es la prueba que confirmaría todas las sospechas

La prueba del ADN de este Santo Grial confirma que habría estado en manos de una persona de Oriente, antes de llegar a este punto de España. Por la datación de esta joya y las características que poseen, incluida una descripción que no deja lugar a dudas, estamos ante un elemento de lo más especial.

La realidad es que este objeto ha sido uno de los que ha hecho pensar que podría ser ese cáliz sagrado, aunque en la ficha técnica se lo conoce como el Cáliz de doña Urraca. No sería tan antiguo como se esperaría, pero es un objeto que hay que ver en primera persona y que tenemos muy cerca de casa.

El Museo de la Real Colegiata de San Isidoro de León es el lugar en el que encontraremos este cáliz y algunos otros objetos de la historia de España que hay que conocer. Una visita muy especial a un lugar en el que encontraremos todo lo necesario para poder determinar esa magia de los objetos sagrados que buscamos.

La descripción de esta joya no deja lugar a dudas: «Realizado durante la segunda mitad del siglo XI, el cáliz es un objeto litúrgico de capital importancia en la consagración del vino, que se convierte para los cristianos en la Sangre del Señor. Localizado en la Colegiata de San Isidoro de León, la aparición de las piezas de ónix de tipología romana se sitúa en la época del Fernando I “el Grande” (1016-1065), Rey de León y uno de los monarcas cristianos más influyentes del momento en Europa y en la recuperación del territorio peninsular al cristianismo. A su muerte, junto con la división de su reino entre los hijos, llegan los elementos pétreos a manos de su primogénita, doña Urraca (1033-1101), convertida en señora de Zamora y dómina del Infantado de León, encargada de la preservación de los monasterios pertenecientes a la corona. Es en este momento cuando, tras la donación de las joyas personales de doña Urraca, se montan los dos cuencos de ónix de época romana a modo de relicario conformando un cáliz. En la parte superior se superpone al original un cuenco de oro con decoración exterior a base de ricos cabujones y filigranas. Esta riqueza es desarrollada en el nudo que une la base con la copa, donde se incorporan cruces sobre fondo de esmalte verde».