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Carnavales

¿Qué es el Carnaval para los cristianos y qué dice la Biblia sobre esta fiesta?

Aunque el Carnaval es una celebración que tiene lugar en los tradicionales países cristianos justo antes del inicio de la Cuaresma. De hecho la palabra «carnaval»,  viene de «carnem levare» que significa “adiós a la carne”, ya que durante los siguientes 40 días, desde la Cuaresma hasta la Pascua, los cristianos evitan comer carne roja. Sin embargo no podemos olvidar que esta es una fiesta de origen pagano por lo que será bueno saber qué es el Carnaval para los cristianos y qué dice la Biblia sobre esta fiesta.

El carnaval para los cristianos

Entre finales de febrero y principios de marzo se celebra cada año el Carnaval, una fiesta cuyo origen se sabe que es pagano pero que de alguna manera es «aceptada» por la iglesia cristiana si tenemos en cuenta que han aprovechado estas fiestas para hacerlas coincidir con el calendario cristiano de Cuaresma y Semana Santa.

El Carnaval tiene raíces ciertamente lejanas en el tiempo, pero difícil de reconstruir en detalle. Con los tiempos ha ido evolucionando hasta estar relacionado con ambiente cristiano como contrapunto a la Cuaresma. Como ya hemos avanzado, mismo nombre de Carnaval parece derivar de la expresión latina «carnem levare», que alude a la abstinencia de carne que dura los próximos cuarenta días.

El carnaval y la cuaresma

Que el Carnaval termina con el inicio de la Cuaresma parece bastante obvio (o, al menos, debería serlo), mientras que es mucho más complejo establecer cuándo comienza ya que se establece en función precisamente de dicha cuaresma, las fases lunares y también como no, en relación a la Semana Santa. De hecho, el motivo principal tiene que ver con la celebración del Domingo de Resurrección, que es variable según el calendario lunar.

¿Pero a qué se debe esta relación entre el carnaval y las celebraciones de la iglesia cristiana? Sabemos que el carnaval nace de alguna manera como la celebración de la fiesta romana de Saturnalia, en la que amos y esclavos intercambiaban papeles por un solo día. Este hipo de la democracia en una sociedad fuertemente clasista como la romana tenía como objetivo el mantenimiento de la paz social. Incluso por muy poco tiempo, el subordinado podría legítimamente vengarse de quien lo tiranizó.

Por otro lado, en algunos lugares había confesión pública de los vicios, llevándose a cabo con con el uso de máscaras, procesiones, actos teatrales, etc. Las denominadas religiones «misteriosas», venidas de Oriente y muy extendidas en el Imperio Romano, tuvieron su papel en estas fiestas carnavalescas que además conocerse como saturnalia, se definían con otros nombnres como “pompe bacchanalia” o “lupercali”. Dado que estas fiestas perturbaban el orden público, en el siglo II a. C. el senado romano decidió combatir las bacanales y sus seguidores, acusados ​​de graves delitos contra la moral y el estado.

Estas fiestas populares podían ocurrir el 25 de diciembre (día en que los paganos celebraban Mithras – o Sole Invicto) o el 1 de enero (comienzo del nuevo año), o en otras fechas religiosas paganas.

Cuando surgió el cristianismo, encontró estas costumbres paganas. Los misioneros intentaron entonces cristianizarlas, como enseñaba San Gregorio Magno, en el sentido de sustituir estas prácticas supersticiosas y mitológicas por otras cristianas (Navidad, Epifanía del Señor o Purificación de María, conocida como «Fiesta de Candelaria», en lugar de los mitos paganos que se celebran el 25 de diciembre, el 6 de enero o el 2 de febrero). En última instancia, estas actividades paganas del Carnaval se limitaron a solo los tres días previos al Miércoles de Ceniza.

Una fiesta completamente pagana que sin embargo, de alguna manera fue recuperada en la edad medieval por parte de la iglesia cristiana para de alguna manera permitir algo de libertad a los cristianos en el periodo previo a la Cuaresma marcado por la austeridad.

De este modo la mezcla entre lo pagano y lo religioso se fue desarrollando, hasta convertir el Carnaval en una fiesta que nada tiene que ver en realidad con la religión pero que se enmarca entre las celebraciones cercanas a la Semana Santa y por ende, se le considera una fiesta más de cuantas celebran los cristianos.

Qué dice la Biblia sobre el Carnaval 

Además, el carnaval de hoy en día nada tiene que ver con los grandes excesos que celebraba en el pasado o en sus orígenes. Hoy en día es una fiesta en la que se ensalzan los disfraces y el uso de máscaras, a pesar de que la biblia precisamente hace alguna que otra mención al respecto aunque no se esté refiriendo al carnaval directamente.

De hecho está escrito: «La mujer no se vestirá de hombre, y el hombre no se vestirá de mujer, porque el SEÑOR tu Dios odia a cualquiera que hace tales cosas» (Deut. 22 : 5), por lo que al margen de otras interpretaciones queda claro que la biblia no parece compartir la idea o el concepto de que alguien se disfrace aunque sea por un solo día.