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Qué es la metadona y para qué se utiliza

Los adictos a la heroína son vulnerables a trastornos de salud como consecuencia de su enfermedad. Hablamos de problemas hepáticos pero, sobre todo, de la posibilidad de caer en el consumo de productos tóxicos que habitualmente se mezclan con la droga, o de sufrir una sobredosis. Uno es la metadona.

La mayoría de los tratamientos para estas personas utilizan terapias con metadona, opiáceo sintético con efectos secundarios mucho menores que los de la heroína, y que tiene aplicaciones en aquellos casos en los que se intenta evitar la morfina.

Este fármaco, usado como todos los opiáceos para intentar calmar el dolor de quien padece problemas graves como los antes descritos ha ganado fama en la lucha contra la heroína por ser de los pocos cuya utilización muestra un cierto grado de eficacia frente a una droga de las más adictivas que existen, que se concentra en el cerebro provocando euforia primero, y depresión luego.

¿Cómo se suministra la metadona?

Puede suministrarse por diferentes vías, de acuerdo a la consideración que el médico o profesional de la salud a cargo del adicto haga, si bien las más comunes son las orales. También puede aplicarse en formato líquido, en cápsula o inyectado, con la intención última de controlar estos procesos de recuperación aplacando los síntomas de la heroína.

La metadona remite progresivamente con el paso de los días, y cerca de una semana después de haber discontinuado su consumo, estas respuestas del organismo cesan, hasta que desaparecen sin generar abstinencia.

Por lo tanto, podríamos decir que casi siempre se prescribe en el contexto de terapias sustitutivas, como parte de programas de contingencias a los que se debe recurrir dada la dificultad que atraviesan los pacientes que intentan superar la adicción a la heroína sin estos paliativos.

Origen de la metadona

En cuanto a su aparición, la metadona fue creada en Alemania en 1937, cuando el país se preparaba para lo que sería la II Guerra Mundial, por la necesidad de Hitler y compañía de desarrollar unos opiáceos fáciles de reproducir, cuyos efectos no fueran tan terribles, y que permitiera prescindir definitivamente de la morfina, hasta aquel entonces la principal solución en el frente de batalla.

Al final de la contienda bélica, fue introducida como analgésico en los Estados Unidos, y de allí su fama se disparó de la mano del descubrimiento de sus efectos positivos contra la heroína.