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No pongas esta planta en casa bajo ningún concepto: su savia puede irritar la piel de tus mascotas

Ficus benjamina, plantas, curiosidades
Ficus benjamina. Imagen: Vijayanrajapuram.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Las plantas pueden ser una gran compañía en un hogar, y está comprobado. Un estudio publicado en el Journal of Physiological Anthropology demostró que interactuar con plantas de interior puede reducir el estrés, tanto físico como mental. Personas que realizaron tareas simples como trasplantar una maceta mostraron una disminución en la presión arterial y se sintieron más relajadas que aquellas que se quedaron frente a un ordenador.

Si la ciencia ya ha dado respuestas, no sorprende que cada vez más personas decidan llenar sus casas de verde. Lo vemos en terrazas, balcones, escritorios. Sin embargo, no todas las plantas son buenas aliadas en el hogar. Algunas, aunque estéticamente preciosas, pueden poner en riesgo la salud de nuestras mascotas. Y el problema es que casi nadie te lo dice cuando estás eligiendo una en el vivero.

Esta es la planta que puede parecer inofensiva, pero es peligrosa para las mascotas

La planta que representa una amenaza para tus mascotas es el Ficus benjamina, también conocido como ficus, árbol benjamín o matapalo. Seguramente lo has visto más de una vez en casas, oficinas o salas de espera. Tiene hojas pequeñas y brillantes, pero bajo esa apariencia común está una amenaza enorme para perros y gatos.

La savia de esta especie contiene una enzima llamada ficina, que al entrar en contacto con la piel o ser ingerida, puede provocar irritación severa. En los gatos, incluso se han registrado casos de afectaciones renales cuando consumen partes de la planta en repetidas ocasiones.

Lo más preocupante es que no hace falta una cantidad enorme para desencadenar una reacción. Basta que el animal mastique una hoja o lama la savia para que aparezcan síntomas como vómitos, diarrea, salivación excesiva o dolor abdominal.

Además, el riesgo no es sólo por ingerirla, pues en contacto con la piel puede causar dermatitis, picor y enrojecimiento.

¿Qué hacer si tu mascota come esta planta?

Lo primero es no entrar en pánico, pero sí actuar con rapidez. Si tu perro o gato ha mordido el ficus y empieza a mostrar síntomas, lo mejor es contactar al veterinario cuanto antes.

Los vómitos, la irritación en la boca o los ojos, o incluso cambios de comportamiento como letargo o rechazo a la comida pueden ser señales de intoxicación.

Mientras llega la atención profesional, es útil lavar con agua fresca la zona de contacto (boca, piel oculares) y mantener al animal en un lugar tranquilo. No le des leche, ni trates de forzarlo a vomitar sin indicación médica.

Algunos veterinarios recomiendan carbón activado para neutralizar toxinas, pero esto siempre debe hacerse bajo supervisión profesional. Hay casos leves en los que bastará con una vigilancia de 24 horas. En otros, puede requerirse medicación o fluidoterapia.

Si tienes un Ficus benjamina u otra planta tóxica en casa, lo más recomendable es regalarla. Pero si prefieres conservarla, colócala en un lugar alto, donde sepas que tu mascota no puede alcanzarla. Asegúrate de que no caigan hojas al suelo y usa macetas pesadas o colgantes para evitar accidentes.

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