Trucos de limpieza

Ni vinagre ni limón: el sencillo truco que recomienda Ikea para eliminar el mal olor del cuarto de baño

Baño, trucos, limpieza
Cuarto de baño.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hay pocas cosas tan reconfortantes como llegar a casa después de un día largo y meterse en una buena ducha caliente. El vapor, el silencio, la sensación de desconexión. Pero todo eso se esfuma rápido si al abrir la puerta del baño te golpea ese olor a humedad, a cerrado… o incluso a moho.

Y lo peor es que ventilar no siempre es la solución. Abres la ventana, dejas la puerta abierta un rato… pero al poco tiempo, ese olor a encierro vuelve como si nada. Pasan los días, te acostumbras, pero en el fondo sabes que sigue ahí. Y cuando tienes visitas, ruegas que nadie entre al baño.

Lo curioso es que no siempre se trata de limpieza. Puedes tener el inodoro pulcro, el suelo impecable, todo en orden… y aun así, ese olor no se va.

¿La solución? No tiene nada que ver con vinagre, ni con limón, ni con mezclas raras o productos caros. Ikea recomienda algo mucho más simple que sí funciona.

El truco infalible de Ikea para quitar el mal olor del cuarto de baño

Ikea, experta en facilitarnos la vida doméstica con soluciones prácticas, ha lanzado una recomendación directa: cambia las toallas con frecuencia y no las dejes húmedas demasiado tiempo. Así de sencillo. Nada de mezclas raras ni ambientadores artificiales. Sólo un cambio de hábito.

Las toallas húmedas se convierten en un cultivo perfecto para bacterias y moho. De ahí viene ese olor a encierro que parece no irse nunca. Por eso, lo ideal es lavarlas cada cinco o seis días como máximo. Y después de usarlas, no las dejes colgadas tras la puerta, como muchos solemos hacer. Ahí el aire no circula bien y la humedad se queda atrapada.

Colgarlas en un lugar donde corra el aire es clave. Si tu baño tiene ventana, aprovecha y ábrela cada vez que te duches. Un par de minutos bastan para que el vapor no se acumule. Por otro lado, si no tienes ventana, Ikea sugiere algo igual de simple: deja la puerta abierta durante un rato y ventila el espacio con el flujo de aire de la casa.

Otros hábitos que ayudan a que el baño huela bien

No obstante, más allá del consejo principal, hay otras pequeñas acciones que ayudan a mantener el ambiente limpio y fresco. Por ejemplo, usar toallas de secado rápido —las de microfibra son una buena opción—, evitar dejar la ropa sucia en el baño, y secar las paredes o mamparas después de la ducha.

Asimismo, si tu baño no tiene buena ventilación natural, considera colocar un pequeño deshumidificador. Los hay eléctricos, pero también algunos ecológicos que absorben la humedad de forma pasiva.

Y por último, evita saturar el espacio con perfumes artificiales: más que enmascarar, terminan mezclándose con el mal olor.

Al final, el truco no está en añadir más cosas, sino en quitar lo que estorba: humedad, bacterias y malos hábitos. Puede parecer obvio, pero justo por eso lo pasamos por alto.

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