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Ni el champú ni los albornoces: éste es el artículo más robado en los hoteles

Artículos robados en los hoteles
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las habitaciones de hotel, espacios diseñados para brindar comodidad y descanso a los huéspedes, son también escenarios de una práctica común pero poco ética: el robo de artículos. A lo largo de los años, muchas personas han encontrado irresistibles ciertos elementos que, aunque pertenecen al establecimiento, terminan desapareciendo misteriosamente. No se trata sólo de pequeños artículos como bolígrafos o jabones, sino de objetos más voluminosos y sorprendentes que van desde secadores de pelo hasta colchones.

Según un estudio realizado por Wellness Heaven, una guía especializada en hoteles y spas de lujo con sede en Alemania, en el que se encuestaron a 1.376 hoteles en Europa entre septiembre y octubre de 2023, el 79,2% de los establecimientos reportaron el hurto de toallas por parte de sus clientes. Lo que comenzó como un simple dato se transformó en una lista insólita de los artículos más robados; desde albornoces y perchas hasta televisores y sistemas de sonido.

Los artículos más robados en los hoteles

@codigonuevo Que levante la mano quien no se ha llevado alguna vez algo «prestado» de un hotel.‌ #Vaisaflipar #curiosidades #datoscuriosos #curiosidadesentiktok #hoteles ♬ original sound – Código Nuevo

Los hoteles son constantemente víctimas de hurtos por parte de sus huéspedes, quienes no dudan en llevarse diversos objetos al finalizar su estancia. Entre los artículos más robados, las toallas encabezan la lista con un asombroso 79,2 %, seguidas de cerca por los albornoces, que alcanzan un 66,4 %. Asimismo, las perchas no se quedan atrás (49,8 %).

Por otro lado, los bolígrafos representan un 41,8 % de los objetos robados, lo que indica que muchos huéspedes los consideran un recuerdo más que una pertenencia del hotel. De manera similar, los productos cosméticos, como champús o cremas, representan el 36,5% de los artículos sustraídos. En cuanto a las pilas, que suelen usarse en mandos a distancia o dispositivos electrónicos, suponen un 30,4 %.

Además, el robo de cubiertos es una práctica común, con un 27,5 %, mientras que las obras de arte decorativas no están exentas de esta práctica (24,4 %). Aún más sorprendente es el caso de las tablets, con un 18,3 %, y de las mantas, que alcanzan un 18,0 %. Asimismo, las almohadas también figuran en la lista con un 16,1 %.

En cuanto a los utensilios de cocina, los platos suman un 12,3 %, mientras que las cafeteras alcanzan un 11,4 %. Los mandos a distancia, representan un 10,4 % de los robos, y los secadores de pelo no se quedan atrás, con un 9,5 %. Más sorprendente aún es el robo de televisores, que representa un 8,9 %.

Por último, aunque pueda parecer increíble, algunos huéspedes han llegado a llevarse bombillas (7,2 %), colchones (6,6 %), lámparas (4,1 %) e incluso teléfonos (3,4 %). Estos datos reflejan que el robo en los hoteles es una práctica más común de lo que se podría pensar, abarcando desde pequeños objetos hasta artículos de gran tamaño y valor.

Uno de los datos más sorprendentes del informe es que el 6,6% de los hoteles encuestados han reportado la desaparición de colchones. Si bien robar una toalla o una percha puede ser sencillo, el hecho de que alguien logre sacar un colchón sin ser detectado plantea un verdadero enigma. Algunos hoteleros especulan que los ladrones pueden utilizar rutas de servicio o aprovechar momentos de cambio de turno del personal para realizar estos robos sin ser descubiertos.

Más allá de lo predecible, algunos de los objetos robados son realmente sorprendentes. En un hotel de Berlín, un huésped logró llevarse un cabezal de ducha efecto lluvia, un asiento de inodoro e incluso un lavabo completo, lo que dejó perplejo al personal del establecimiento.

Los hoteleros señalan que estos robos generan un impacto significativo en sus costes operativos. A simple vista, llevarse una toalla puede parecer un hecho inofensivo, pero cuando se multiplica por miles de huéspedes al año, la pérdida se vuelve considerable. En el caso de España e Italia, Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, mencionó en una entrevista que cada año desaparecen aproximadamente 80.000 toallas en ambos países.

Nacionalidad

El estudio también reveló una curiosa relación entre la nacionalidad de los huéspedes y los objetos que tienden a sustraer de los hoteles. Por ejemplo, los alemanes y británicos muestran una clara preferencia por llevarse toallas, albornoces y productos de tocador, lo que sugiere una inclinación hacia artículos de uso personal.

Por otro lado, los austriacos tienen una predilección por la vajilla y las máquinas de café, lo que indica un interés en elementos relacionados con la gastronomía. De manera similar, los estadounidenses se inclinan por las almohadas y las pilas.

En contraste, los italianos destacan por su preferencia por las copas de vino, lo que podría estar relacionado con su cultura vinícola. Mientras tanto, los suizos parecen mostrar una inclinación más práctica, ya que optan por llevarse secadores de pelo, un objeto útil en el día a día.

Asimismo, los franceses sorprenden al ser los más propensos a robar televisores y mandos a distanci, lo que sugiere una tendencia hacia objetos de mayor valor. Por último, los holandeses se distinguen por su creatividad al sustraer bombillas y papel higiénico.

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