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Lo que le pasa a tu cerebro si comes queso

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Comer queso puede tener un impacto directo en tu cerebro, siendo uno de los alimentos que ha abierto un debate enorme. Por un lado, estamos ante un producto lácteo que procede de los animales, para los veganos es impensable incorporar el queso como tal y también para aquellos que piensan que puede ser perjudicial para el cuerpo comer este tipo de alimentos que nos aportan proteínas y vitaminas. Los neurólogos tienen la última palabra con este estudio que tenemos por delante.

Siendo un alimento que suele generar un cierto debate, es importante conocerlo un poco más para saber qué efectos produce sobre el cuerpo. Hoy en día el consumo de lácteos es superior, de hecho, es de los periodos históricos en los que más se consume un tipo de alimentos que han estado con la humanidad desde hace años y años. Siendo uno de los primeros que llegaron a nuestras manos, según la leyenda, los dioses del Olimpo entregaron el queso a la humanidad, con lo cual, les dieron ese elemento valioso que durante siglos nos hemos encargado de perfeccionar y admirar.

Hay varios tipos de queso

Antes que saber qué le pasa a nuestro cuerpo al consumir queso, debemos conocer los tipos de queso que tenemos en nuestro poder. Son muchas las variedades, procedencias o recetas. Siempre debemos buscar el más natural posible y a ser posible que sea de oveja o de cabra si tenemos cierta intolerancia a la lactosa.

Para algunos expertos, el consumo de leche pasados los 2 años debería reducirse. El ser humano es el único ‘animal’ que una vez pasada la época de la lactancia sigue bebiendo leche. Siendo algo que no sucede con el resto de los seres vivos y que realmente invita a la reflexión.

Consumimos lecha en busca de calcio, pero cuidado, porque también debemos estar pendientes de una serie de elementos que hasta la fecha no habíamos tenido en cuenta. Hay muchos alimentos de los que podemos conseguir ese calcio que nos beneficiará, pero la leche es uno de los que tiene más fama.

Los neurólogos intentan averiguar qué pasa cuando consumimos queso, ya que todos los alimentos pueden tener una cierta implicación a la hora de alimentar un cerebro que, con la edad, puede acabar siendo lo que marque un antes y un después

Esto es lo que le pasa a tu cerebro

Se han hecho varios estudios en los que se pone sobre la mesa el consumo de lácteos, algo que en anteriores generaciones no se ha dado de forma tan intensa como en la actual. En España tenemos excelentes quesos, hasta ahora no habíamos tenido la suerte de empezar a crear unos hábitos alimentarios con productos de primera calidad al alcance de todos.

Los neurólogos dicen la suya en un proceso que genera una cierta controversia. Siguiendo un estudio de la Universidad de Tokio, siendo Japón uno de los países que más población geriátrica posee, se desprende que: «La modificación de la dieta puede contribuir a la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad. La asociación entre el consumo de productos lácteos y la función cognitiva en las personas mayores sigue siendo desconocida. Investigamos si la ingesta de queso está asociada con una menor función cognitiva (LCF) en adultos mayores que viven en la comunidad. Este estudio transversal incluyó a 1503 adultos mayores de 65 años. Los datos analizados se obtuvieron a través de entrevistas personales y medición de la capacidad funcional. La función cognitiva se evaluó utilizando el mini examen del estado mental (MMSE), y una puntuación ≤23 se definió como LCF. La prevalencia de LCF fue del 4,6%, y este grupo tenía una circunferencia de pantorrilla más pequeña, una velocidad de marcha habitual más lenta y una historia más frecuente de anemia que los sujetos con puntuaciones MMSE >23. Después de ajustar los factores de confusión, el análisis de regresión logística reveló que la ingesta de queso (odds ratio [OR] = 0,404, intervalo de confianza [IC] del 95% = 0,198-0,824), la edad (OR = 1,170, IC del 95% = 1,089-1,256), la velocidad habitual de marcha (OR = 0,171, IC del 95% = 0,062-0,472) y la circunferencia de la pantorrilla (OR = 0,823, IC del 95% = 0,747-0,908) eran factores significativos asociados con LCF. Aunque el presente estudio fue un análisis de datos transversales de adultos mayores japoneses que viven en la comunidad, los resultados sugieren que la ingesta de queso está inversamente asociada con LCF».

Con lo cual, debemos empezar a pensar en incluir queso, no leche, sino queso, un elemento que se elabora con leche que se consume de tal forma que podemos conseguir las propiedades de estos alimentos llegar de una forma excepcional. Podemos ayudar a nuestro cuerpo a luchar contra la edad con estos alimentos.