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Las fresas blancas: de dónde vienen y por qué son de este color

Si pensamos en las fresas, lo primero que nos viene a la mente probablemente sea su forma única, su sabor tan especial y ese color rojizo marcado que inunda todo lo que toca, caracterizándolas. Pero también existen las fresas blancas, y en el presente artículo vamos a detenernos en ellas, intentando conocerlas más a fondo, descubriendo su origen, por qué son de ese color, etc.

También conocidas como alma blanca o pineberry, hablamos de unas pequeñas bayas que, como su nombre indica, poseen un color blanco diferente a lo habitual, acompañado de unas hojas verdes, y de aquenios rojos con un olor muy penetrante, y un gusto en el paladar similar al que posee la piña.

Historia de las fresas blancas

En cuanto a su nacimiento, la ciencia ha llegado a identificar que se produjo gracias a la cruza de dos fresas americanas, la Fragaria chiloensis y la Fragaria virginiana, obteniéndose así un híbrido, que se denominó como “Fragaria x ananassa”.

Al parecer, los primeros ejemplares de fresas blancas provienen del territorio chileno, donde eran habitualmente consumidas por los pueblos indígenas mapuches de la zona, aunque una expedición europea a cargo de un militar e ingeniero al servicio del rey Luis XIV hizo que fueran introducidas en Europa, extendiéndose rápidamente de Francia a las naciones contiguas por su atractivo.

Curiosamente, las fresas blancas estuvieron cerca de desaparecer en un momento dado, ya que se les consideraba un cultivo de bajo rendimiento, que requería muchísimos cuidados y otorgaba mínimas ganancias, por lo que los agricultores la descuidaron y hasta descartaron, aunque afortunadamente un grupo de colonos holandeses la mantuvo con vida hasta ahora.

Propiedades de las fresas blancas

Ya transformada en una fruta exótica, difícil de conseguir en los mercados tradicionales, las fresas blancas comenzaron a llamar la atención de los médicos y nutricionistas por sus propiedades. Aportes altos de vitaminas A y C, entre otros, fueron la puerta de entrada a las dietas actuales de esta fruta a la que asimismo se le reconocen más beneficios, como fortalecer el sistema inmunitario.

Por otro lado, posee vitamina B9, que es una sustancia fundamental durante el embarazo, ya que facilita las funciones celulares que están asociadas al crecimiento de los tejidos.

Finalmente, su contenido de fibra previene la absorción de lípidos durante la digestión, y cumple roles claves en la reducción de los niveles de colesterol, por lo que nunca deberíamos descartarlas.