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Fíjate bien: la mancha en la sandía que te dirá si está dulce o si la debes dejar en el supermercado

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La sandía es una de las mejores frutas que existen. Tiene propiedades antiinflamatorias y es fantástica para el cuidado de la salud cardiovascular. Además, como se compone en más de un 90% de agua, hidrata el cuerpo y mejora la digestión. A la hora de comprar una sandía en el supermercado o en la frutería, hay algunos aspectos a los que debemos prestar atención para escoger la mejor, y uno de los más relevantes es la mancha que presenta en uno de los extremos de la corteza.

¿Cómo elegir la mejor sandía? La mancha es clave

La sandía es una fruta nutritiva, ligera, hidratante y muy sabrosa. Ahora bien, su corteza opaca no nos permite conocer en la frutería o en el supermercado cómo se encuentra en su interior la pieza. Por este motivo, cuando llegamos a casa y vamos a comerla, no encontramos con la desagradable sorpresa de que no tiene apenas sabor o está muy seca.

Pero hay algunos trucos muy útiles para elegir la mejor sandía. Lo primero es golpearla suavemente. Si el sonido es hueco pero contundente, significa que la pieza está madura. Mientras, si el sonido es suave y resuena durante varios segundos, es mejor descartar la pieza porque todavía no ha madurado lo suficiente.

También debemos fijarnos en el peso. Como se compone casi en su totalidad de agua, la sandía tiene que pesar más de lo que aparenta. Esto quiere decir que está llena de agua y, por lo tanto, jugosa.

En cuanto a la mancha, que recibe el nombre de ‘mancha de tierra’, revela cómo está la sandía en su interior. Lo ideal es que sea amarillenta o anaranjada porque esto significa que ha estado en contacto con la tierra y ha madurado al sol, así que está jugosa y dulce. Por el contrario, si la mancha e verdosa o blanquecina, quiere decir que la pieza se ha recogido antes de tiempo y no ha madurado lo suficiente en contacto con la tierra y al sol.

Por último, cabe señalar a modo de curiosidad que la sandía es una fuente de licopeno, un potente antioxidante que previene las enfermedades cardiovasculares y oculares. También contiene citrulina, un aminoácido con multitud de beneficios para la salud. Tiene una acción vasodilatadora, así que favorece la función cardiovascular. La mayor parte de la citrulina se encuentra entre la zona blanca pegada a la corteza.

Los expertos recomiendan consumir una rebanada de sandía al día, lo que equivale a 300 gramos aproximadamente.