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CONSEJOS PARA AFRONTAR LA CUESTA DE SEPTIEMBRE

Estás pagando un pastizal por estos productos y en realidad es un engaño

Estos son los productos por los que no vale la pena pagar

Llega el mes de septiembre y su temida cuesta después de las vacaciones. La mayoría de españoles vuelve este lunes 2 de septiembre al trabajo e inicia la rutina de trabajo diaria después de unas merecidas semanas de descanso. Una vez disfrutado el periodo vacacional del verano, ahora arranca un nuevo mes que se caracteriza por ser difícil en lo que a economía se refiere. Por ello es indispensable conocer algunos trucos para poder ahorrar algunos euros y no pasar apuros a final de mes.

Un de los principales pasos a seguir para poder ahorrar algunos euros es no gastar dinero en producto que no lo merecen o que directamente no valen lo que estás pagando por ello. Por ejemplo es el caso del agua embotellada, que es un producto costoso y prescindible en las zonas en las que se puede beber agua del grifo. Es el caso de lugares como Madrid, Burgos, Segovia, Ávila o San Sebastián, cuya agua es de gran calidad.

Otras como el caso de las zonas más cercanas a la costa, en la que el agua del grifo tiene grandes cantidades de cloro, desde el punto de vista económico lo mejor es tener un filtro que convierta esa agua en saludable. El agua embotellada a largo plazo sale caro y tampoco es recomendable desde el punto de vista de la salud, ya que un estudio realizado por la State University of New York demostró en su día que la existencia de signos de contaminación con microplásticos y también hallaron phthalates, un químico usado para endurecer o flexibilizar las botellas plásticas.

Los productos que valen menos de lo que pagas por ellos

Otro de los productos, o mejor dicho, hábitos que tienes que prescindir para ahorrarte una buena cantidad de euros en un mes complicado es comer fuera de casa. Salir a cenar alguna noche nunca está demás pero convertirlo en tradición puede desembocar en en un drama a final de mes. Hay que tener en cuenta que por un plato en cualquier restaurante siempre pagas una cantidad superior a lo que valen los productos en el supermercado. Por ello, siempre ahorrarás un gran dinero comiendo o cenando en casa. Esta comparación se incrementa en el caso de la comida rápida, cuyo precio es exacerbado y además también tiene efectos negativos para la salud.

Suplementos dietéticos 

Consumir comida rápida en el mes de septiembre es algo que hay que evitar si te quieres quitar los kilos de más que has cogido durante las vacaciones y para conseguir este propósito es recomendable mantener una dieta sana y equilibrada. Así que los suplementos dietéticos que muchas personas consumen para bajar de peso de forma rápida son totalmente prescindibles por su elevado coste.

Maquillaje

En productos cosméticos también puedes generar un ahorro si evitas pagar el sobre coste que las grandes marcas le añaden a su producto. Lógicamente, siempre es aconsejable comprar de una marca conocida pero tienes que tener en cuenta que los ingredientes que aportan los más caros suelen ser similares a los que tienen un precio ligeramente inferior.

Una mujer con un pack de maquillaje.

Ofertas y promociones

En este mes de septiembre verás un gran número de ofertas y promociones con la que comercios y grandes cadenas de supermercados intentarán seducirte para que pienses que estás ahorrando unos euros en una adquisición del producto. Lo más recomendable en estos casos es hacer un buen estudio de mercado y comprar sólo los productos que necesites o vayas a consumir a corto plazo. Estos 2×1 muchas veces desembocan en un «comprar por comprar» y acabas perdiendo dinero.

Ambientadores e insecticidas

¿Has vuelto de las vacaciones de verano y has detectado una plaga en casa? Esto también es un clásico de la vuelta de las vacaciones cuando el que se lo ha podido permitir ha disfrutado de unas semanas fuera del hogar. La aparición de insectos o simplemente de mal olor en una casa es un clásico después de unos días sin ventilación y por ello siempre es recomendable esparcir algún tipo de ambientador o insecticida. Con el objetivo de ahorrar algunos euros, lo más recomendable es hacerlos caseros. Con una piña de pino o laurel te bastará para espantar a los insectos y con unos saquitos y cáscaras de frutas tendrás suficiente para perfumar tu casa.