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Esta es la edad en la que empezamos a tener recuerdos: lo dice la ciencia

Todos tenemos recuerdos de nuestra infancia, pero ¿desde qué edad somos capaces de recordar? Esta es una pregunta que ha intrigado a muchos científicos y psicólogos, y que no tiene una respuesta única. Sin embargo, varios estudios recientes habrían dado por fin una respuesta algo más apurada. Toma nota, porque esta es la edad en la que empezamos a tener recuerdos según la ciencia.

Esta es la edad en la que empezamos a tener recuerdos

Según diversos estudios, la edad media en la que empezamos a tener recuerdos se sitúa entre los tres y los cuatro años, pero hay personas que pueden recordar acontecimientos anteriores e incluso posteriores.

Uno de los estudios más recientes sobre este tema fue publicado en la revista Developmental Psychology, y se basó en un experimento realizado con niños de dos años. Los investigadores les enseñaron a usar una caja mágica que hacía desaparecer un juguete y aparecer otro con luces y sonidos. Los niños que aprendieron a usar la caja recibieron una medalla como premio.

Diez años después, los investigadores contactaron con los mismos niños, que ya tenían entre 10 y 12 años, y les mostraron una medalla similar a la que habían recibido. Les preguntaron si recordaban el experimento de la caja mágica, y el 20% de ellos dijo que sí. De ese porcentaje, solo dos niños tenían menos de tres años cuando participaron en el experimento.

Estos resultados sugieren que algunos niños pueden tener recuerdos desde los dos años, pero son muy pocos y dependen de varios factores. Uno de ellos es el desarrollo del lenguaje, que está relacionado con la capacidad de formar ideas y conceptos. Cuanto más avanzado sea el lenguaje de un niño, más fácil le será recordar lo que ha vivido.

Otro factor es la inteligencia, que influye en la forma de procesar y almacenar la información. Los niños más inteligentes pueden usar estrategias más eficaces para recordar, como asociar los recuerdos con emociones, imágenes o palabras. También pueden organizar mejor sus recuerdos según categorías o secuencias.

Además de estos factores individuales, también hay factores sociales y culturales que afectan a la memoria infantil. Por ejemplo, el tipo de educación que reciben los niños, el grado de estimulación que tienen en su entorno, o las prácticas familiares de conversar sobre el pasado. Estos aspectos pueden favorecer o dificultar la formación y el mantenimiento de los recuerdos.

Por lo tanto, no hay una edad exacta en la que empezamos a tener recuerdos, sino un rango aproximado que varía según cada persona y cada situación. Lo que sí parece claro es que los primeros recuerdos son muy importantes para nuestra identidad y nuestro desarrollo psicológico, ya que nos ayudan a construir nuestra historia personal y nuestro sentido del yo.