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Qué representa la Venus de la Prehistoria

Hace varias décadas, los investigadores descubrieron unas figuras aparentemente talladas durante la etapa paleolítica. Entre ellas, las que más llamaron la atención de los científicos fueron esas esculturas femeninas, más tarde difundidas con el nombre de la o las “Venus”, pero qué representa la Venus de la Prehistoria.

Estas esculturas tienen algunas características muy específicas. Son representaciones de mujeres desnudas en las que se resaltan partes del cuerpo como el abdomen y los senos. Desde el comienzo, pensaban los estudiosos que eran modelos de belleza propios de la época y tampoco faltaron los que creían que podían estar más relacionadas con figuras de diosas.

¿Qué significan la Venus de la Prehistoria?

La Venus de Lausel y la Venus de Willendorf son las más conocidas de todas estas diosas primitivas y se relacionan íntimamente con el culto a la fertilidad.

Estudios realizados por expertos interpretan que la representación de estas esculturas con rasgos tan exagerados, significaban un aceptable estatus social y eran tomadas como modelos de belleza paleolítica.

Los investigadores entienden, por el contrario, que se trata de divinidades de la fecundidad que representan a la Madre Tierra. También existen versiones que dicen que su pequeño tamaño y su fácil manejo se debe a eran utilizadas como simples amuletos.

La mayoría de las Venus prehistóricas halladas fueron realizadas en marfil, hueso o materiales líticos, y todas en general tienen sus rasgos sexuales exagerados.

Debido a ello, en un principio fueron calificadas como esculturas eróticas, pero esa idea fue abandonada a medida que avanzaban las investigaciones y fue sustituida por otra teoría más ajustada: las Venus de la Prehistoria  simboliza la fuerza de la naturaleza y el poder de la fertilidad.

La Venus de Willenforf es una de las Venus prehistóricas reconocida como modelo de la belleza paleolítica del período Aurignaciense.

Se trata de una estatuilla de piedra caliza de 25.000 años de existencia que tiene 11 centímetros de alto por 5 centímetros de ancho. Fue encontrada a orillas del río Danubio y tras su hallazgo se realizaron todo tipo de conjeturas con motivo de sus marcados atributos sexuales, que más adelante los expertos relacionaron con el genérico concepto de fertilidad.

Esta imagen constituye el objeto de exposición más destacado del Museo de Historia Natural de Viena.

La Venus de Laussel y la Venus de Willendorf, las dos más populares de esta serie de esculturas, están íntimamente relacionadas con la fertilidad femenina, rindiéndole culto a la procreación. Diversas aproximaciones a aquellas culturas han demostrado que sus rasgos exagerados responden a cierto estatus social de las embarazadas, por lo que se las consideraba el summum de la belleza.

Por el tamaño de las piezas más pequeñas y atendiendo a la descripción, varios expertos coinciden en que las antiguas civilizaciones adoptaron las figuras de las mujeres embarazadas prácticamente como amuletos, así era usual que cada persona tuviera una.

Para tallarlas se usaban materiales como huesos humanos y de animales o marfil, y como denominador común entre todas las esculturas aparecen las connotaciones sexuales exacerbadas. Sin embargo, están descartadas las teorías de que tenían fines sexuales, y hoy la mayoría de especialistas añaden a la hipótesis que son la clara representación de la fertilidad con algún toque erótico.

Si bien la más famosa es la Venus de Willendorf, hay otras que bien valen la pena, por ejemplo las de Grimaldi, de Kostenki o de Lespugue, evidenciando que estas esculturas trascendieron períodos y sociedades, y que nuestros antepasados realmente las adoraban.