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André Alonso, experto en jardinería y plantas: «Si tus plantas tienen las hojas amarillas, no las cortes inmediatamente»

Tratar las hojas amarillas en plantas de interior implica comprender cómo funciona la senescencia vegetal y cuáles son los riesgos derivados de una retirada prematura. El manejo de este material vegetal viejo o envejecido debe realizarse con criterios que tengan en cuenta no solo la estética, sino también la salud general de la especie en cuestión.

La visión de André Alonso, un creador de contenido especializado en plantas, aclara que las hojas de las plantas no deben retirarse anticipadamente. Y es que, en este sentido, la intervención incorrecta puede alterar el equilibrio interno de la planta o, incluso, favorecer condiciones para la aparición de daños.

¿Cómo es el manejo de hojas amarillas en plantas de interior, según André Alonso?

Uno de los últimos videos de André Alonso gira alrededor de un aspecto central: las hojas amarillas no deben retirarse de inmediato. Su explicación destaca que el color amarillento señala el proceso mediante el cual la planta moviliza nutrientes desde la hoja hacia otras partes activas.

Este fenómeno, conocido como senescencia, permite que compuestos como el nitrógeno se reabsorban antes de que la hoja quede totalmente inservible.

Alonso establece un matiz relevante: aunque en la naturaleza estas hojas cumplen funciones adicionales, como servir de refugio para fauna auxiliar o incorporarse al suelo en forma de materia orgánica, ese ciclo no se reproduce dentro de un piso. La acumulación de restos vegetales en interior favorece presencia de hongos o un ambiente propicio para plagas.

Por eso, su recomendación consiste en esperar a que una hoja esté amarilla en un ochenta por ciento antes de cortarla, asegurando así que la planta haya recuperado sus nutrientes sin generar riesgos.

¿Cuándo hay que cortar las hojas amarillas según el criterio de Alonso?

El consejo central del especialista se basa en un equilibrio entre nutrición y prevención. Para Alonso, el corte debe hacerse únicamente cuando la hoja esté casi completamente amarilla, marchita o seca. Al esperar este punto, la planta concluye el traslado natural de nutrientes y deja de destinar energía a un tejido que ya no cumple función estructural.

Además, el creador advierte que retirar hojas demasiado pronto impide ese aprovechamiento interno. Si la amarillez afecta solo a una parte de la hoja, es preferible dejarla, salvo que existan signos claros de hongos o daño por plagas. En esos casos, la retirada inmediata funciona como medida de contención.

Entre los factores clave que señala lo siguiente:

Esta aproximación permite mantener el equilibrio entre el ciclo natural de la planta y la higiene ambiental imprescindible en espacios interiores.

Cómo cortar hojas amarillas de forma segura

La retirada de hojas envejecidas requiere herramientas adecuadas y una técnica precisa. Alonso insiste en el uso de tijeras limpias y bien afiladas, ya que las herramientas sin desinfección pueden transmitir enfermedades entre plantas. Para ello, se suele recurrir a soluciones diluidas de lejía o a desinfección mediante calor rápido.

Una vez limpia la herramienta, el corte debe hacerse cerca del pecíolo, el punto donde la hoja se une al tallo. Esta zona facilita una cicatrización limpia y reduce el riesgo de entrada de hongos.

El corte no debe desgarrar el tejido; de lo contrario, se generaría una herida irregular que podría alterar la recuperación de la planta.

El método descrito también ayuda a mantener una forma uniforme de la planta. Si bien cortar hojas amarillas es una práctica puntual, forma parte de un mantenimiento general que incluye eliminar brotes débiles, tallos secos o partes dañadas. Este tipo de intervenciones favorece un crecimiento más ordenado durante la temporada activa, especialmente en primavera y verano.

La importancia del calendario de poda y su relación con el color de las hojas

Aunque la gestión de hojas amarillas puede realizarse en cualquier momento del año, otras intervenciones de poda sí requieren observar un calendario.

Para plantas de interior, el periodo más adecuado suele coincidir con la primavera y el verano, cuando el crecimiento es más activo. En ese momento, retirar restos envejecidos es más efectivo y menos estresante para la planta.

En otoño se puede hacer una limpieza secundaria, centrada en eliminar hojas secas o dañadas. Sin embargo, no todas las especies toleran bien cortes de tallos principales. Plantas como palmeras interiores, orquídeas tipo Phalaenopsis o pinos Norfolk no deben podarse más allá de retirar hojas muertas, porque perderían su punto de crecimiento.

Por último y a diferencia de estas especies, cactus y suculentas no suelen necesitar poda. Cuando se realiza, responde a motivos de control del tamaño o de propagación. En estos casos, los cortes deben hacerse a finales de primavera o principios de verano.