Invitar a cenar a ‘Los Vecinos de Arriba’ nunca fue tan divertido

Invitar a cenar a ‘Los Vecinos de Arriba’ nunca fue tan divertido
los vecinos de arriba

Por suerte para los aficionados al teatro, el director de cine Cesc Gay se ha pasado al mundo de la representación. El catalán ya demostró su capacidad de adaptar guiones con su ópera prima ‘Krampack’. Y con su más reciente película ‘Truman’ obtuvo cinco merecidos premios Goya, incluyendo mejor película. Cesc se ha enfrentado, en esta ocasión, al desafío de escribir y dirigir ‘Los vecinos de arriba’: una comida hilarante pero con trasfondo.

Julio y Ana, casados desde hace varios años, no están pasando por su mejor momento. Entre ellos reina la apatía, la falta de comunicación y el abandono de la pasión. Pero la rutina, la televisión y el trabajo les ayuda a no tener que tomar cartas en el asunto. Hasta que deciden invitar a los vecinos de arriba a cenar en su casa, una pareja formada por Brian, canadiense y bombero, y Gloria, psicóloga. Brian es el tipo de persona que no tiene filtro mental: dice lo que piensa y no piensa mucho en lo que dice. Y con su esposa, la terapeuta, la bomba escénica está activada. Por si esto fuera poco, practican el intercambio de parejas. Se produce un enfrentamiento con los vecinos y entre ellos dos, lo que les lleva a una situación límite.

“Sin duda, una de las aventuras más grandes y ambiciosas que podemos  experimentar en esta vida es la de vivir en pareja” afirma Gay. “Un reto mayúsculo, lleno de adversidades, donde el consuelo ante las heridas a menudo es escaso. Aun así, de forma inexplicable, hombres y mujeres seguimos intentándolo. Por eso estoy convencido de que solo con ironía y sentido del humor es posible tratar esta tragedia que nos persigue desde los orígenes de los tiempos y de la que no podemos librarnos”.

Durante el transcurso de la cena, los diálogos son divertidos y brillantes, manteniendo en vilo al espectador en todo momento. Es cierto que ‘Los vecinos de arriba’ no inventa nada. Dos parejas alrededor de una cena y un conflicto sin resolver: una situación que a cualquier amante de la ficción le recuerda a grandes clásicos de la comedia francesa. Pero la obra consigue que el espectador se funda de inmediato con la escena y se identifique con muchas de las situaciones que viven los cuatro protagonistas sobre las tablas.

El eje de la obra es Ana, interpretada por Eva Hache. Su marido, el inseguro Julio, es el papel elaborado por Xavi Mira. La vecina Gloria es María Lanau y por último Brian – Andrew Tarbet – que se mete al espectador en el bolsillo en el minuto uno. Un buen reparto que, unido a la acertada dirección de Cesc Gay y la producción de Pentación, han convertido a ‘Los vecinos de arriba’ en un éxito. La obra gusta y así lo demuestra el aforo diario del Teatro Bellas Artes.

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