El público del Teatro Real se rinde al talento y la simpatía del tenor Juan Diego Flórez y se arranca a cantar con él

El público del Teatro Real se rinde al talento y la simpatía del tenor Juan Diego Flórez y se arranca a cantar con él
Juan Diego Flórez, acompañado por la francesa Karine Deshayes (i), que celebró la noche del martes el vigésimo aniversario de su carrera con un concierto benéfico en el Real a favor de la Fundación Sinfonía por el Perú. EFE/TEATRO REAL

Juan Diego Flórez celebró la noche del martes en el Real el vigésimo aniversario de su carrera con un concierto benéfico a favor de la Fundación Sinfonía por el Perú, creada por el propio tenor en 2011, para ayudar a los niños de las zonas más pobres de su país a conectar con la música.

El peruano, después de recorrer en la primera parte piezas de Rossini y en la segunda los «esenciales» de sus dos décadas de ópera, además de conectar con su fundación en América, puso de pie al Real, que se deshizo en «bravos».

Acompañándose él mismo a la guitarra, cantó en los bises «La flor de la canela», «Fina estampa» y «Cuando llora mi guitarra» y, ya junto a la orquesta, un popurrí con temas como «Guantanamera» o «Cielito lindo».

El concierto fue presentado por el Nobel Mario Vargas Llosa, que destacó la labor de Flórez en su fundación y la esperanza que ofrece a los niños más desfavorecidos de su país, así como la entrega permanente, el trabajo minucioso «y empecinado» y el afán de superación del tenor.

Al final de la segunda parte del concierto, Flórez (Lima, 1973) estableció una conexión en directo con la sede de la Fundación Sinfonía por el Perú, que a finales de año contará con 20 escuelas y unos 6.000 niños y que pretende que en 2020 lleguen a 20.000.

Algunos de los niños recorren hasta una hora a pie todos los días para participar en orquestas y coros y gracias a la fundación y su nueva relación con la música han conseguido elevar su autoestima, mejorar sus notas en la escuela y reducir la tasa de violencia doméstica en los hogares.

En la conexión, los niños cantaron un mambo y luego le retaron a que interpretara con ellos «La donna e mobile», que tuvieron que repetir porque el sonido no llegaba bien al teatro.

En su afán de perfección, y de forma totalmente inusual, el peruano quiso repetir el final del aria con la que cerraba la primera parte, pero lo más extraordinario es que estuvo en el Real desde las tres de la tarde hasta cerca de las once de la noche sin parar de cantar más que una hora, inmerso en los ensayos con público del recital, cuya grabación ofrecerá el canal #0 el próximo día 14.

Junto a la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares dirigida por Pablo Mielgo, Flórez hizo el «repaso» por su carrera acompañado en dos dúos por la española Marina Monzó y la francesa Karine Deshayes.

De sus 20 años de escenarios, según decía ayer en la sede de la Fundación Telefónica, impulsora del acto, no se arrepiente de nada: «He cometido tonterías, pero me han ayudado a crecer», aseguraba.

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