Comunidad Valenciana
TENDRÁ EFECTO CUANDO SE APRUEBE LA LEY DE ACOMPAÑAMIENTO

La reforma fiscal ‘souffle’ de Puig se desinfla: tendrá que esperar hasta los presupuestos de 2023

La reforma fiscal anunciada por el presidente de la Generalitat Valenciana el pasado lunes el socialista Ximo Puig no tendrá efecto hasta que se pruebe la ley de acompañamiento o ley de medidas fiscales de los presupuestos valencianos del próximo año 2023. Así, lo ha dejado claro el propio Puig en el transcurso del seminario celebrado por el Gobierno valenciano en las localidades alicantinas de Vall d’Ebo y Alcoy. La citada reforma fiscal, de la que a día de hoy siguen sin conocerse medidas concretas, fue un anuncio con el que Puig abrió el curso político del Gobierno valenciano. Ahora, se ha conocido que su tramitación será mucho más lenta de lo que inicialmente parecía.

Esa reforma, según dijo Puig en su día, estaría dirigida a las clases medias y trabajadoras. Y se vislumbraba desde fuera como la alternativa a la propuesta de bajada de impuestos que desde hace un año lleva reiterando el líder del PP valenciano el alicantino Carlos Mazón.

La propuesta de Mazón pivota sobre 4 ejes: bajada del IRPF generalizada, pero con especial incidencia en las rentas más bajas -en torno al 80% de los valencianos pagarán los impuestos más bajos de España, con un ahorro estimado de 1.530 millones de euros-, Patrimonio, Sucesiones y Transmisiones. Mazón, además, ha incorporado una nueva iniciativa: reducción en un 70% del impuesto de Vivienda a todos los valencianos que cobren menos de 30.000 euros.

El PP ha llevado de nuevo esa propuesta a sede parlamentaria -Cortes Valencianas- la pasada semana y el propio Carlos Mazón ha advertido de que sí realmente Puig tiene intención de bajar impuestos, puede hacerlo «mañana mismo».

Pero no será mañana. Ni tampoco pasado. La reforma fiscal, sobre la que Puig ha dicho que que existe una «base de acuerdo» entre el citado Gobierno autonómico -lo componen PSOE, Compromís y Unidas Podemos- respecto a lo que «va a obedecer la norma», según ha publicado Europa Press, no tendrá efecto hasta el momento en que se apruebe la ley de acompañamiento de los presupuestos autonómicos del próximo ejercicio. Por tanto, el de 2023. Pendiente aún de su elaboración, primero, aprobación y tramitación por la Cortes Valencianas.

El nuevo anuncio de Puig ha propiciado la respuesta inmediata de Mazón, para quien el presidente valenciano «sigue sin concretar nada sobre bajar los impuestos a las rentas más bajas».

Plus de pisos para directivos

«De bajar impuestos, principalmente a las rentas más bajas, como llevamos meses pidiendo desde el PP, no vemos nada», ha dicho Mazón. Y ha criticado también que el Gobierno valenciano «más caro de la historia, que aprueba por la puerta de atrás pluses de pisos para directivos» se haya retirado – en referencia al seminario que ha celebrado Puig y su Ejecutivo el pasado fin de semana- «para aparentar que ha trabajado lo que no ha hecho en meses».

Esta última crítica de Mazón, la de los pluses de pisos para directivos, hace referencia al decreto ley publicado en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el pasado 16 de agosto, que incluía un plus de vivienda para directivos con residencia habitual fuera de Valencia dentro de un texto dirigido inicialmente a rebajar el precio del transporte público.

Lo que el PP critica es una disposición adicional que modificaba otra anterior. De modo que, según queda ahora, «los máximos responsables del sector públicos instrumental de la Generalitat… percibirán los mismos complementos e indemnizaciones que los altos cargos de la Administración de la Generalitat».

Y agregaba el decreto que «a aquellos nombrados o designados con anterioridad a la entrada en vigor de este Decreto Ley y que continúen en el ejercicio de sus funciones les será de aplicación la presente disposición desde el 1 de enero de 2022». El presidente regional del PP, a quien este decreto ha indignado profundamente, ha reclamado a Puig la retirada de ese plus para directivos o bien que sean esos altos directivos, quienes renuncien al mismo.