Ciencia
Coches eléctricos

Revolución energética a la vista: hallan un líquido que carga la batería de un coche eléctrico en 12 minutos

Las baterías de los coches eléctricos han estado limitadas por la autonomía y la velocidad de recarga, dos factores determinantes para su adopción masiva. Aunque los proyectos industriales han avanzado con distintos enfoques, la mejora real en densidad energética y tiempos operativos no siempre ha evolucionado al ritmo previsto.

Algunas instituciones asiáticas han desarrollado prototipos que buscan reemplazar componentes convencionales por litio-metal. Con este contexto, un equipo surcoreano ha propuesto un procedimiento químico distinto que se basa en un electrolito líquido capaz de estabilizar la reacción y soportar cargas rápidas de alrededor de 12 minutos sin comprometer la vida útil.

¿Cuál es el líquido que permite cargar las baterías de los coches eléctricos en 12 minutos?

El coche eléctrico lleva años ganando espacio en las carreteras, pero la falta de autonomía y los tiempos de recarga siguen siendo dos de sus grandes problemas. Para combatirlos, los investigadores siguen buscando alternativas que permitan dar un salto técnico sin comprometer la seguridad ni el precio.

La investigación, publicada en la revista Nature Energy, procede del Frontier Research Laboratory, un proyecto conjunto entre LG Energy Solution y el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST).

Tras cuatro años de trabajo, las entidades han presentado un prototipo de baterías de los coches eléctricos basado en un ánodo de litio-metal y en un electrolito líquido diseñado para inhibir la cohesión irregular en la superficie del metal. Este mecanismo controla la distribución de los iones durante los ciclos de recarga, un paso relevante para evitar la formación de dendritas.

Los autores detallan que la técnica permite alcanzar densidades energéticas superiores a las actuales y sostener recargas ultrarrápidas sin pérdida significativa de capacidad.

En condiciones de laboratorio, el sistema logró pasar del 5% al 70% en 12 minutos durante más de 350 ciclos, una referencia que supera la capacidad operativa de las baterías de ion-litio presentes en el mercado.

Cómo el nuevo electrolito modifica el comportamiento de las baterías de los coches eléctricos

Las dendritas han sido el principal obstáculo para el litio-metal. Estas estructuras, con forma similar a ramas sólidas, pueden atravesar el separador interno y causar cortocircuitos. La propuesta coreana aborda el problema desde la química de superficie.

Según los responsables, la clave está en un electrolito con estructura aniónica de baja afinidad hacia los iones de litio, elemento que permite una deposición más uniforme.

El grupo investigador señala: «Hemos desarrollado una tecnología original de nuevo electrolito líquido inhibidor de la cohesión que puede aumentar drásticamente el rendimiento de las baterías de litio-metal».

Este electrolito reduce las tensiones interfaciales, mantiene la estabilidad incluso en ciclos rápidos y evita los puntos de concentración en los que suelen originarse las dendritas. La solución es compatible con diseños de alta densidad energética y permite estimar autonomías de hasta 800 kilómetros en configuraciones optimizadas.

Además, los modelos teóricos elaborados por el equipo apuntan a densidades de energía cercanas a los 386 Wh/kg y a cargas del 10% al 80% en unos 17 minutos. Aunque estos valores dependen de futuras pruebas industriales, el sistema ofrece un marco distinto para las baterías de los coches eléctricos de próxima generación.

Implicaciones técnicas y operativas que conlleva este avance coreano

El reemplazo del ánodo de grafito por litio-metal implica una modificación profunda en la arquitectura de la batería. Este cambio aumenta la densidad energética y reduce ciertos elementos estructurales, lo que permite mantener un peso similar al de los modelos actuales.

Con esta base, un vehículo podría recorrer distancias superiores sin necesidad de ampliar el tamaño del paquete de baterías.

El procedimiento desarrollado también sostiene la vida útil del sistema, estimada en más de 300.000 kilómetros según las pruebas internas.

La recarga ultrarrápida es la otra derivada relevante: un tiempo aproximado de 12 minutos abriría un escenario operativo más cercano al repostaje de un vehículo de combustión, algo que diferentes compañías han intentado alcanzar durante la última década. LG Energy Solution ha indicado que seguirá reforzando la cooperación entre industria y academia.

Je-Young Kim afirmó: «Los cuatro años de colaboración entre LG Energy Solution y KAIST a través del FRL están dando resultados significativos. Seguiremos reforzando nuestra colaboración industria-academia para resolver los retos técnicos y obtener los mejores resultados en el campo de las baterías de nueva generación».

Aunque el prototipo presenta resultados consistentes, todavía no está preparado para su fabricación masiva. El desafío pasa por validar el electrolito en líneas productivas, asegurar la estabilidad del proceso y evaluar la integración con los sistemas actuales de gestión térmica y electrónica.