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La NASA manda un aviso por lo que lleva años pasando en la Tierra y alerta de que no es normal

La NASA manda un aviso por lo que lleva años pasando en la Tierra y alerta de que no es normal
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Desde 2020 lo que está pasando en la Tierra no es normal, la NASA lanza un aviso y manda una preocupante alerta. El año de la pandemia fue uno de los más reveladores de todos los que hemos vivido. Cuando el mundo se para, la contaminación disminuye. Basta con no salir a las calles millones de personas, para ver de nuevo a la naturaleza florecer y los niveles de contaminación descender en cifras que no se veían desde hace años.

Pero además de estas buenas noticias, este año, fue el inicio de un proceso que seguimos viendo 5 años después. Son días en los que tendremos que empezar a preocuparnos por una serie de factores que acabarán siendo los que nos acompañarán en estos días que tenemos por delante. Estaremos muy pendientes de unos cambios que, sin duda alguna, acabarán marcando estos días que hasta la fecha no sabíamos. Con algunos cambios que pueden acabar siendo los que nos afectarán de lleno en un futuro, todas las miradas están puestas en esta preocupante alerta que pone los pelos de punta.

Alerta de que no es normal

Los científicos no dejan de analizar algunos valores que llegan a la Tierra. A lo largo de estos años hemos visto diversas amenazas. Desde esos años 80 en los que los aerosoles estaban causando el caos en ese agujero en la capa de ozono que parecía ser uno de los destinados a dañar a la humanidad con más fuerza.

Años después, el cambio climático es el principal enemigo. Lo vemos con unos veranos que son cada vez más intensos y que nos están dejando unos registros que pueden llegar a ser especialmente preocupantes. Por lo que, quizás habrá llegado el momento de apostar claramente por estos cambios que tenemos por delante.

Con una situación del todo inesperada de por medio, después de la pandemia ha habido unas cifras que han sido motivo de alerta. Lo más preocupante es que los científicos no pueden determinar sus causas, sólo asisten a unos valores que dan como resultado un desenlace fatal.

El planeta Tierra parece mandar una señal de emergencia o al menos una señal de alerta que todos deberemos escuchar y hacerlo de la mejor manera posible. Con una serie de elementos que pueden acabar marcando unos días que hasta la fecha no pensábamos que podríamos tener por delante.

La NASA manda un aviso por lo que lleva años pasando en la Tierra

Los expertos de PNAS revelan en un artículo publicado que: «La circulación general del sistema atmósfera-océano está estrechamente vinculada con la distribución de la energía radiante dentro del sistema climático. En promedio, el hemisferio sur y el hemisferio norte (NH) reflejan la misma cantidad de radiación solar, y el NH emite más radiación de onda larga saliente. Usando observaciones por satélite, encontramos que mientras ambos hemisferios se están oscureciendo, el NH se está oscureciendo a un ritmo más rápido. La ruptura en la simetría hemisférica en la radiación solar reflejada desafía la hipótesis de que la simetría hemisférica en el albedo es una propiedad fundamental de la Tierra. Si la circulación general se ajusta para producir una distribución de nubes que restaura la simetría hemisférica en el albedo en el futuro es una pregunta abierta que tiene implicaciones importantes para el clima futuro».

Siguiendo con la misma explicación: «El presupuesto de radiación (ERB) de la Tierra es un motor clave de la circulación atmosférica y oceánica. En promedio, el hemisferio sur (SH) gana energía radiactiva en la parte superior de la atmósfera (TOA), mientras que hay una pérdida neta en el hemisferio norte (NH). Este desequilibrio se compensa por las circulaciones atmosféricas y oceánicas combinadas que transportan energía a través del ecuador desde el SH hasta el NH (1-4). El desequilibrio hemisférico en la radiación neta surge porque el NH más cálido emite más radiación infrarroja térmica al espacio en comparación con el SH, mientras que ambos hemisferios absorben aproximadamente la misma cantidad de radiación solar entrante. Dado que la radiación solar entrante promedio de SH y NH es casi idéntica, ambos hemisferios deben tener casi el mismo albedo. La simetría de la albedo hemisférica ha sido un tema de fascinación desde que se observó por primera vez desde satélites (5). Existe mucha especulación sobre si esta es una propiedad fundamental del sistema climático o ocurre solo por casualidad (6–8). Partición de la Tierra en pares de mitades aleatorias, Voigt et al. (6) muestran utilizando observaciones satelitales de ERB de las nubes y el Sistema de Energía Radiante de la Tierra (CERES) (9) que solo el 3% de los pares aleatorios exhiben simetría hemisférica dentro de 0,1 Wm-2, que es la diferencia entre el SH y el NH observado por CERES para 2000 a 2010. La distribución de las nubes es una razón clave para la simetría del albedo hemisférico; sin ellas, el NH sería más brillante que el SH (10). En respuesta a los cambios de albedo impuestos en un hemisferio, los experimentos de equilibrio y modelo idealizado transitorio sugieren que las nubes compensan las asimetrías hemisféricas (11-14). Estudios previos han demostrado que la simetría hemisférica en el albedo ha sido persistente durante el período CERES (8, 15). Esto ha ocurrido a pesar de un marcado aumento en la radiación TOA neta media global (o Desequilibrio energético de la Tierra, EEI) como resultado de una gran tendencia positiva en la radiación solar absorbida media global (ASR) que supera la tendencia creciente en la radiación de onda larga saliente (OLR) en más de un factor de dos (16). Usando 24 años de datos de CERES, encontramos tendencias emergentes que indican que el NH está absorbiendo más radiación solar entrante y emitiendo más OLR en comparación con el SH. Se realiza un análisis de perturbación radiativa parcial (PRP) utilizando fuentes de datos adicionales para identificar qué propiedades contribuyen más a las tendencias de diferencia hemisférica. Los resultados de la observación se sitúan en el contexto de estudios previos sobre el papel de las nubes y la circulación atmosférica en lo que se relacionan con la simetría hemisférica en el ERB».

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