Nadie lo entiende: el fenómeno inexplicable que vuelve locos a los expertos de la NASA
Algunas naves de la NASA muestran variaciones no anticipadas en su velocidad
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Las naves espaciales suelen utilizar la técnica de asistencia gravitacional en sus travesías interplanetarias. Este método se basa en aprovechar la gravedad de un planeta para aumentar la velocidad y alterar la trayectoria de la nave, facilitando así su viaje hacia el destino en el Sistema Solar mientras se minimiza el consumo energético. Un caso peculiar ocurrió el 8 de diciembre de 1990, cuando la sonda Galileo de la NASA, al utilizar esta técnica durante su aproximación a la Tierra en su camino hacia Júpiter, experimentó una aceleración inesperada. Este fenómeno, conocido como «anomalía de sobrevuelo», se ha observado en otras misiones a lo largo de las últimas tres décadas, sorprendiendo a los científicos e impulsando investigaciones sobre las causas que lo originan.
Según un artículo publicado en Physical Review Letters, se han documentado al menos seis casos de este fenómeno en misiones como las de Cassini, Rosetta, Messenger y Pioneer, que también mostraron variaciones no anticipadas en su velocidad. Las teorías sobre las causas de la anomalía incluyen la rotación de la Tierra y la interacción con la materia oscura, aunque ninguna ha sido confirmada por ahora. Curiosamente, no todas las naves espaciales han presentado este comportamiento; por ejemplo, la sonda Juno, que utilizó la misma técnica, no reportó anomalías, lo que genera preguntas sobre factores que podrían influir en su aparición.
El curioso fenómeno que afecta a algunas naves de la NASA
La NASA ha registrado un fenómeno conocido como «anomalía de sobrevuelo» en seis ocasiones en las últimas tres décadas, donde varias naves espaciales experimentaron variaciones inesperadas en su velocidad, desafiando los cálculos previos. Este fenómeno plantea interrogantes sobre si se trata de un efecto físico desconocido o si hay factores específicos que lo causan en determinadas misiones espaciales.
El primer caso de éste extraño fenómeno se dio el 8 de diciembre de 1990, cuando la sonda Galileo, al utilizar la técnica de asistencia gravitacional en su trayecto hacia Júpiter, sufrió una aceleración no anticipada. A partir de este momento, los científicos se han dedicado a investigar las posibles causas de esta desconcertante anomalía.
Entre las hipótesis más discutidas, algunos investigadores sugieren que la rotación de la Tierra podría tener un papel en esta aceleración inesperada. Por otro lado, hay teorías que apuntan a la materia oscura como responsable de estas variaciones en la velocidad de las naves espaciales. Un análisis más detallado, publicado en la revista Physical Review Letters, indicó un cambio de energía cuantificado en 10-6, aunque no se ha determinado una causa física concreta detrás del fenómeno.
Asimismo, se han observado otros casos de «anomalía de sobrevuelo» en las sondas Cassini, Rosetta, Messenger y Pioneer. Según la comunidad científica de la NASA, la materia oscura, que constituye gran parte del universo, podría interactuar con las naves espaciales y provocar estas alteraciones en su velocidad, aunque esta interacción aún no ha sido confirmada.
El fenómeno parece estar vinculado a la técnica de asistencia gravitacional, donde las naves utilizan la gravedad de cuerpos celestes para impulsar su trayectoria y reducir el consumo de combustible. Sin embargo, cuando ocurren cambios inesperados en la aceleración, las predicciones se ven afectadas, lo que, aunque no suele generar mayores problemas, sigue siendo motivo de estudio.
Las naves espaciales como las Voyager han utilizado esta técnica para llegar a grandes distancias, pero la Galileo fue la primera en evidenciar este problema, que posteriormente se repitió en otras misiones, sugiriendo que podría haber un fenómeno sistemático detrás de estas variaciones. Los científicos están estudiantes diversas teorías, desde errores sistemáticos hasta posibles nuevas leyes físicas que no están contempladas por la teoría de la relatividad general de Einstein.
La búsqueda de respuestas continúa, y aunque este fenómeno presenta un enigma interesante, hasta el momento no representa un riesgo significativo para las misiones de la NASA. La investigación sigue en marcha para desentrañar los misterios de la anomalía de sobrevuelo y entender mejor cómo interactúan las naves espaciales con el entorno del universo.
Materia oscura
La materia oscura es una entidad fundamental del universo, representando alrededor del 27% de su composición total, aunque no puede ser observada directamente. Su existencia se infiere a través de los efectos gravitacionales en la materia visible, como estrellas y galaxias.
El concepto fue introducido en la década de 1930 por el astrónomo Fritz Zwicky, quien observó que la masa visible de las galaxias en el cúmulo de Coma no podía explicar sus velocidades. Desde entonces, se han acumulado evidencias, como las inesperadas curvas de rotación de las galaxias y el análisis del fondo cósmico de microondas, que sugieren que la materia oscura es crucial para la formación del universo.
La naturaleza de la materia oscura sigue siendo un misterio, con candidatos como los WIMPs y axiones propuestos para explicarla. Sin embargo, los intentos de detección directa han fracasado hasta ahora. Aún así, la comprensión de la materia oscura tiene el potencial de revolucionar nuestro conocimiento del cosmos y de la física fundamental.