Ciencia

Cómo encontrar la estrella que dio origen al Sistema Solar

¿Sería posible conocer la estrella que dio origen al Sistema Solar? Entre la comunidad científica, saber de dónde venimos y cómo empezó todo es una gran prioridad. Por eso tanto los astrónomos como otros especialistas preparan planes para tratar de descubrir el comienzo del universo, de nuestra galaxia y de nuestro propio Sistema Solar y planeta.

Según se cree, varios miles de millones atrás, una estrella colapsó y explosionó en forma de supernova. Como es lógico, este hecho provocó que un buen número de restos en forma de polvo y nubes se esparcieron aquí y allá. De dichos trozos de un astro muerto se fue creando otro poco a poco, uno que hoy conocemos como Sol, y que es el que ha permitido que la Tierra tenga vida hoy en día.

Obviamente, tratar de recopilar información sobre el origen del Sistema Solar cuando no era más que un montón de polvo, no solo es muy complicado, es un proyecto realmente ambicioso que requiere de talento y creatividad para recrear aquel ambiente primigenio.

En esta investigación hace falta hacerse una serie de preguntas importantes, como saber cuándo explosionó aquella estrella en forma de supernova, cuánto tardaron sus restos en comenzar a formar nuestro Sol, cómo se crearon los planetas y quedaron estabilizados como los conocemos actualmente…

¿Se puede encontrar la estrella que dio origen al Sistema Solar?

Tal como hemos podido observar en el estudio publicado en la revista Physical Review Letter, todas estas cuestiones tienen complejas respuestas. Máxime cuando se habla de una especie de neutrino o partícula de este que se considera como una forma de antimateria. Es decir, estaríamos hablando de una especie de antineutrino electrónico capaz de chocar con la materia esparcida tras la explosión supernova que pudiera dar lugar a isótopos de tecnecio. Al parecer, solo rastreando su cantidad y comportamiento se podría saber más sobre esta antigua y lejana en el tiempo estrella.

Sin embargo, este tipo de isótopo desaparece con facilidad tras decaer y no deja rastro alguno para investigarlo. Así pues, se ha optado por analizar meteoritos que caen sobre nuestro planeta, puesto que no han sido muy modificados desde su origen, en los albores de la creación del Sistema Solar.

De momento, estamos hablando más de conjeturas que de certezas. No hay pruebas demasiado precisas, así que todo está, nunca mejor dicho, en el aire. Veremos los próximos pasos que sigue este grupo investigador en pro de sus ambiciosos objetivos.