Isla de calor: las consecuencias de este efecto en las ciudades
Un concepto que se relaciona con la contaminación urbana es el de la llamada isla de calor. ¿Sabes lo que quiere decir?
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5 formas de reducir los efectos del calor
La Isla de calor es un efecto que trae diversas consecuencias en las ciudades. Se trata de un fenómeno que se produce por la elevada cantidad de hormigón y otros materiales que absorben calor. Este efecto no es nuevo, se tiene conocimiento sobre él desde hace más de 200 años. Se ha presentado en múltiples partes del mundo, por fortuna no permanece durante mucho tiempo. Además, requiere de condiciones especiales para aparecer.
La configuración de las ciudades
Para el desarrollo y crecimiento de las ciudades es necesario estructuras, residencias, calles, avenidas y áreas industriales, entre otras. Todo esto reemplaza la vegetación, campos y terrenos forestales por materiales asfalticos y estructuras de hormigón. Estos cambios ocasionan una modificación de la reflectividad de la radiación solar.
Los materiales de las nuevas construcciones retienen y acumulan más calor que los terrenos forestales. En el momento en el que las ciudades pierden la vegetación, las temperaturas aumentan. Aunque en las noches generalmente el ambiente se refresca, las edificaciones y su ubicación dificultan que la temperatura disminuya, ocasionando islas de calor.
Bajo determinadas condiciones meteorológicas
El fenómeno, sin embargo, no está presente durante todo el día ni menos durante todo el año. Para ello necesita condiciones meteorológicas, como por ejemplo que no haya viento o que este sea muy suave. Puede ocurrir que se presenten vientos desde el exterior de las urbes hacia el interior. Por otra parte, el cielo debe estar despejado.
Las consecuencias de este efecto en las ciudades es principalmente el aumento de la demanda de energía. Esto sucede más que todo en verano, cuando el costo del aire acondicionado y la contaminación del aire incrementan. También aumentan las enfermedades relacionadas con el calor y la emisión de gases tóxicos, como los de efecto invernadero.
Aunque este efecto se ha estudiado en varias ciudades del mundo, existen variables. Las Islas de calor no son iguales en todos los países. Esto puede deberse a la localización geográfica, si la zona es alta o más baja, la presencia de montañas o el clima. También incluye que sea una ciudad desarrollada o en vías de desarrollo.
Por otro lado, las islas frescas
Afortunadamente, también hay espacios en las ciudades considerados islas frescas. Los jardines, avenidas arboladas y parques urbanos tienen un poder refrescante.
El fenómeno de Isla de calor puede disminuir. Si se utiliza pavimento y cubiertas frescas o se crean espacios como parques y jardines para refrescar las ciudades se puede lograr.
Las consecuencias de la Isla de calor en las ciudades a largo plazo pueden ser costosas. Si comenzamos a buscar maneras de reducir este efecto, no solo beneficiaremos el clima, también la calidad de vida de la población.
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