Salud

Déficit de vitamina B en bebés y niños: Qué es y qué riesgos tiene

Descubre a qué corresponde el Déficit de vitamina B en bebés y niños: Qué es y qué riesgos tiene. Te explicamos además los distintos tipos de vitamina B y para qué sirven.

vitamina B
Descubre qué es el déficit de vitamina B en bebés y niños
Blanca Espada

Todas las vitaminas son importantes durante el crecimiento de los niños, pero la vitamina B, que está presente de distintas maneras, puede suponer un riesgo para la salud del bebé o del niño en el caso de que no se encuentre en los niveles adecuados. Te hablamos ahora del déficit de vitamina B en bebés y niños: Qué es y qué riesgos tiene.

Qué es la vitamina B

El complejo B es un grupo de vitaminas solubles en agua, vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico), B12 (cobalamina) Estas son coenzimas de la vía metabólica, por lo que sus deficiencias pueden manifestarse de muchas maneras. Sus fuentes son similares, y debido a esto, las deficiencias de más de una vitamina del complejo generalmente se pueden observar en la misma persona.

Déficit de vitamina B en bebés y niños: Qué es y qué riesgos tiene

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Cuando se produce cualquier tipo de déficit de la vitamina B en bebés y niños su salud está en riesgo, por lo que es importante saber a qué corresponde todos y cada uno de los tipos de vitaminas B que existen y por qué se puede producir un déficit en cada uno de ellos.

Vitamina B1

Es importante en la producción de energía celular a partir de carbohidratos y necesaria para la síntesis de acetilcolina. Fuentes principales: carne y granos integrales. Su deficiencia se conoce como beriberi, que comienza con síntomas generales e inespecíficos, como anorexia, pérdida de peso, vómitos y diarrea. Se puede desarrollar en dos formas clínicas, beriberi seco o cerebral y paralítico (polineuropatía progresiva en casos graves, encefalopatía de Wernicke y Wernicke-Korsakoff) y beriberi húmedo o edematoso y cardíaco (edema, palidez, taquicardia e insuficiencia cardíaca).

Vitamina B2 (Riboflavina)

Es esencial para la multiplicación celular (curación) y la respiración celular (transporte de electrones). Sus principales fuentes son la leche y los productos lácteos, carnes, hojas de color verde oscuro y despojos. Una pequeña cantidad es sintetizada por las bacterias intestinales. Es necesario en el metabolismo de la piridoxina. Los signos y síntomas de deficiencia son: queilosis, glositis, queratitis y conjuntivitis, fotofobia y desgarro, vascularización corneal acentuada y dermatitis seborreica.

Dicho déficit se puede producir cuando se da una alimentación inadecuada (dieta limitada en carne y productos lácteos), o se produce una falta de absorción (cirrosis, nefritis, insuficiencia cardíaca, aumento de las necesidades).

Vitamina B3 (Niacina)

Resulta una vitamina B esencial para el metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas (controla los niveles de colesterol, glucosa y triglicéridos). Constituyen NAD y NADP que son cofactores de la cadena de transporte de electrones y la glucólisis. Sus principales fuentes son: carnes rojas, despojos, pescados, crustáceos, aves, levadura de cerveza, gracias a cereales, legumbres y nueces. Tiene síntesis endógena por bacterias intestinales y por triptófano. Inicialmente, el cuadro clínico de su falta es inespecífico, con síntomas generales. Crónicamente, evoluciona con las manifestaciones características, dermatitis, diarrea y demencia, las 3 D’s.

Se da mucho en poblaciones con escasez de alimentos en países pobres, enfermedades con mala absorción y dietas restrictivas.

Vitamina B5 (ácido pantoténico)

Su deficiencia es extremadamente rara y no tiene un cuadro clínico específico.

Vitamina B6 (piridoxina)

Participa en el metabolismo de los lípidos, carbohidratos y algunos aminoácidos. Importante en la regulación del sistema nervioso, actuando como coenzima en la síntesis de neurotransmisores. Sus fuentes son: germen de trigo, plátano, leche, pescado, huevos, y carne. Las manifestaciones clínicas incluyen irritabilidad, cambios en la piel, neuritis periférica y convulsiones.

El déficit de esta vitamina B se da en poblaciones con escasez de alimentos, insuficiencia renal crónica, uso de medicamentos antagonistas como isoniazida, hidralazina o penicilamina.

Vitamina B7 (Biotina)

Participa en reacciones sobre gluconeogénesis, metabolismo de ácidos grasos y aminoácidos. Sus fuentes son: vísceras, soja, yema de huevo, avena, nueces, maní y pescado. El cuadro clínico de la deficiencia incluye dermatitis perioral, anorexia, palidez, alopecia, ataxia y discapacidad intelectual.

Se produce debido a un error innato del metabolismo deficiente en biotinidasa (que conduce al agotamiento de la biotina endógena), nutrición parenteral prolongada sin reemplazo de biotina, uso de anticonvulsivos (carbamazepina y primidona), consumo de claras de huevo crudas (avidina que inhibe la absorción de biotina).

Vitamina B9 (ácido fólico)

Participa en la síntesis de ácidos nucleicos, siendo un elemento importante en la división celular, actúa en el equilibrio de las funciones neurológicas y la maduración de los glóbulos rojos y los leucocitos. Sus fuentes son frijoles, despojos, hojas de color verde oscuro, leche y huevos. El cuadro clínico de la deficiencia puede incluir defectos de cierre del tubo neural, anemia megaloblástica y alteraciones en la serie blanca y plaquetaria, esplenomegalia, déficit de memoria.

Se produce debido a síndromes de desabsorción; uso de medicamentos (metotrexato, trimetoprima, pirimetamina, fenobarbital, fenitoína); anemia por hemofilia, SIDA, neoplasias, enfermedad hepática, uso de leche de cabra.

Vitamina B12 (cobalamina)

La más conocida de todas es la vitamina B12, la cual resulta esencial en el metabolismo de carbohidratos y lípidos. También interactúa con el folato contribuyendo al mantenimiento de sus niveles celulares. Por lo tanto, la vitamina B12 es un elemento esencial para la producción de tejido nervioso y células sanguíneas. Sus fuentes son carne, hígado, riñón, leche, pescado y huevos. El cuadro clínico de la deficiencia incluye anemia megaloblástica, parestesia en las extremidades inferiores y manos, trastornos psiquiátricos y dificultades para caminar.

El déficit de esta vitamina se suele dar mucho en dietas vegetarianas restringidas, anemia perniciosa, síndrome de malabsorción, cirugías bariátricas e interacciones farmacológicas (sulfadiazina, trimetoprima, pirimetamina).

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