Correr durante el embarazo: riesgos y beneficios que debes conocer

¿Es posible correr estando embarazada o es mejor renunciar al placer de correr? En caso de que la corredora decida seguir corriendo durante el embarazo, ¿cómo puede modificar su entrenamiento para adaptarlo al nuevo estado de su cuerpo? Todas estas son preguntas que se hace una futura madre acostumbrada a correr y que vamos a intentar resolver a continuación.

Correr durante el embarazo

A menudo hay opiniones encontradas sobre la posibilidad de correr durante el embarazo : las que no ven ningún problema y las que lo consideran algo que no se debe hacer. Como suele ser el caso, la verdad se encuentra en algún punto intermedio. El primer aspecto fundamental a tener en cuenta es tu preparación física : si siempre has practicado deporte, y en especial estás acostumbrada a correr , probablemente no tendrás problemas para seguir corriendo durante el embarazo, obviamente tomando las precauciones oportunas y si no existen riesgos específicos asociados a tu gestación.

Si, por el contrario, nunca has practicado el running o salir a correr, no es recomendable empezar a correr durante el embarazo, de modo que lo quieras hacer solo para estar en forma a pesar de tu estado, quizás sea mejor salir a caminar. Pero, si ya estás entrenada, correr y embarazo no son incompatibles, siempre y cuando, consultes a tu ginecólogo para evaluar tu estado de salud.

Evidentemente, dependerá también mucho del momento del embarazo: a partir del tercer trimestre , debido al aumento de peso y por tanto al mayor estrés en articulaciones, músculos y tendones, puede resultar muy agotador.

Esto no quiere decir que si el embarazo transcurre sin problemas, debas dejar de correr o de ejercitarte. De hecho si todo va bien, puedes alternar entre sesiones de carrera con algunas sesiones de natación o con ejercicios de tonificación , siempre teniendo en cuenta por supuesto tu condición física.

Riesgos y beneficios de correr durante el embarazo

La elección de correr o no correr durante el embarazo es muy personal. La futura madre es la única que puede decidir por sí misma y por su cuerpo.

Entonces, en primer lugar, es bueno escuchar a tu cuerpo e, inmediatamente después, al ginecólogo . Correr durante el embarazo solo es aceptable si no hay riesgo para la salud de la madre o el bebé.

Dicho esto, una de las razones por las que muchas mujeres embarazadas deciden salir a correr es el control de peso . De hecho, correr ayuda a quemar grasas , como todas las actividades aeróbicas, por lo que desde cierto punto de vista también ayuda a adelgazar.

De manera más general, hacer ejercicio durante el embarazo ayuda no solo a mantener bajo control el aumento de peso, sino también a prevenir el dolor de espalda y articulaciones y a reducir el riesgo de diabetes gestacional .

El primer trimestre , por otro lado, es quizás el mejor momento para correr, ya que los cambios corporales más importantes aún no se han manifestado. Sin embargo, estas son las semanas en las que el feto se implanta en la cavidad uterina , por lo que es una fase muy delicada, en la que no es recomendable someter al organismo a un estrés o esfuerzo excesivo.

En el segundo y tercer trimestre , el cuerpo de una mujer tiene que lidiar con cambios fisiológicos significativos, desde el aumento de peso hasta un centro de gravedad más bajo. El vientre también comienza a volverse voluminoso. Los riesgos asociados con la primera fase delicada del embarazo, por un lado, disminuyen pero, por otro lado, correr después del tercer o cuarto mes puede no ser muy fácil.