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Descubrimiento histórico: los científicos explican por fin por qué nunca ha habido vida en Marte

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Nature ofrece una posible respuesta a uno de los mayores enigmas planetarios: la ausencia de vida en Marte.

Aunque se sabe que el planeta tuvo agua líquida en el pasado, su aparente incapacidad para sostener organismos vivos ha desconcertado durante décadas a la comunidad científica.

Ahora, nuevas evidencias apuntan a un proceso natural que habría frustrado las condiciones necesarias para la habitabilidad.

La autorregulación climática que impidió la vida en Marte

Los investigadores, analizando datos del rover Curiosity en el cráter Gale, detectaron altas concentraciones de minerales carbonatados, lo que sugiere un antiguo mecanismo de autorregulación climática en Marte.

Este proceso, lejos de favorecer la estabilidad, habría limitado severamente las oportunidades para el desarrollo de vida. A medida que aumentaba la radiación solar, se producía el deshielo parcial de la superficie marciana, lo que generaba breves periodos de humedad.

Sin embargo, esta misma radiación promovía la formación de carbonatos, minerales que capturaban dióxido de carbono de la atmósfera. Esta pérdida de CO2 reducía el efecto invernadero, provocando un descenso de las temperaturas y, con ello, el regreso de la aridez.

Este ciclo, conocido como «retroalimentación negativa», habría creado condiciones extremadamente inestables, con fases húmedas muy cortas seguidas de sequías de hasta 100 millones de años.

A diferencia de la Tierra, Marte carecía de vulcanismo activo para devolver CO2 a la atmósfera, lo que impidió establecer un equilibrio climático duradero.

Los científicos estiman que los carbonatos hallados, que alcanzan entre el 5 y el 11% en peso, son suficientes para explicar la pérdida de una atmósfera densa y estable. Esto también resuelve una paradoja observada en mediciones isotópicas, que indicaban una desaparición del carbono atmosférico, ahora atribuida a su almacenamiento en las rocas.

Nuevas perspectivas en la búsqueda de vida extraterrestre en el planeta rojo

Este hallazgo obliga a revisar los criterios actuales en la búsqueda de vida fuera de la Tierra. La simple presencia de agua no basta. También se requiere una estabilidad climática sostenida y procesos geológicos que reciclen los gases de efecto invernadero. En el caso de Marte, estos factores fallaron de forma sistemática.

Según los autores del estudio, si ni siquiera los microorganismos lograron sobrevivir durante los breves periodos húmedos, la probabilidad de vida en otros planetas podría ser menor de lo estimado. No obstante, el hallazgo de vida antigua en Marte validaría la idea de que la vida puede surgir incluso en condiciones marginales.

De ahí la importancia de traer a la Tierra muestras marcianas, una misión que la NASA y otras agencias espaciales ya tienen en agenda. Estas rocas podrían ofrecer pruebas definitivas sobre la presencia (o ausencia) de vida en el pasado del planeta rojo.

Por último, hay que destacar que registros geológicos no sólo cuentan la historia de un planeta, sino que también dan pistas sobre su futuro. En Marte, por ejemplo, las rocas ayudaron a cambiar el clima al atrapar carbono. Para saber si un planeta puede ser habitable, no basta con hallar agua: hay que entender cómo regula su clima desde adentro.