Nuevo calendario escolar cántabro: una semana de vacaciones por cada dos meses de clase

El ámbito de la educación en España parece que nunca está tan tranquilo y cuando no es la reválida es una nueva ley que a pocos o nadie convence o el debate entre deberes sí o deberes no. Precisamente a esa larga lista de “conflictos” abiertos acaba de sumarse uno más, que está trayendo consigo multitud de comentarios a favor y en contra. Nos estamos refiriendo al hecho de que en Cantabria se ha aprobado una reforma que va a hacer que, a partir del próximo curso, los alumnos de la comunidad tengan una semana de vacaciones por cada dos meses de clase.

El calendario

El próximo curso, 2016 – 2017, es cuando entrará en vigor el citado nuevo calendario con el que el gobierno regional pretende “europeizar” el mismo. De ahí que haya tomado el modelo francés que viene a establecer una semana de vacaciones por cada dos meses de clase.

En concreto, esa medida se sustentaría o se reflejaría de la siguiente manera:

• Habría 175 días lectivos, los mismos que en el resto de comunidades autónomas.

• Se establecerían cinco bimestres lectivos, siendo el más corto de 31 días y el más largo de 44 días.

• Habría cuatro periodos vacacionales, que como hemos mencionado, serían uno cada dos meses. En concreto serían del 31 de octubre al 3 de noviembre, el de Navidad (23 de diciembre al 8 de enero), Carnaval (del 27 de febrero al 3 de marzo) y Semana Santa (del 13 al 23 de abril).

• El inicio del curso escolar se adelantaría y, al mismo tiempo, se retrasaría el final. De esta manera, en Primaria, comenzaría el 8 de septiembre y terminaría el 23 de junio. Por su parte, en Secundaria, Formación Profesional y Bachillerato el curso empezaría el 12 de septiembre y concluiría el 27 de junio.

• El Día del Docente se festejará el 27 de enero.

Los motivos del gobierno

Desde el gobierno de Cantabria, no se ha dudado en justificar la medida tomada respecto al próximo curso escolar. Así, en declaraciones a diversos medios de comunicación, el consejero de Educación (Ramón Ruiz), ha expuesto que si se ha tomado esa determinación es porque consideran que va a ser ventajosa. En concreto, ha argumentado la postura afirmando que este nuevo calendario va a racionalizarlo, va a servir para mejorar la evaluación continua y resultará más beneficioso para los alumnos.

Una posición que es compartida, por ejemplo, por Anpe Cantabria. Y es que fueron los sindicatos los impulsores de dicha medida al considerar que la misma iba a permitir un “reparto mucho más racional y homogéneo” de los días lectivos.

La polémica

A pesar de los argumentos esgrimidos desde el gobierno, numerosas son las voces en contra de la nueva medida educativa. En concreto, la misma se ha puesto en el ojo del huracán, sobre todo, porque se ha acometido su aprobación sin contar con el respaldo de las familias.

Así, asociaciones de padres de todo el país han criticado duramente el citado calendario porque consideran que desde la consejería se ha hecho caso omiso a la petición de los padres de la comunidad educativa para debatirlo y porque creen que atenta de manera grave contra lo que es la conciliación de vida familiar y laboral. Y es que afirman que el hecho de que los niños tengan días de vacaciones fuera de los habituales de todo el mundo supone que sus padres se encuentren trabajando, lo que va a traer serios problemas a muchos hogares, porque los adultos no tendrán con quién dejar a sus vástagos.

De la misma manera, otros distintos colectivos de Cantabria, como sería el caso de la CECE, han mostrado su oposición a los cambios introducidos por considerar que se debe puramente a cuestiones políticas y han manifestado que están absolutamente perplejos por el hecho de que se hayan aprobado sin consultar ni a padres ni a patronales, por ejemplo.

Padres vs profesores

Precisamente las opiniones a favor y en contra del nuevo calendario escolar ha venido a mostrar un “enfrentamiento” entre padres y profesores. Así, los primeros, como lo han manifestado a través de distintas AMPAS, consideran que los cambios sólo benefician a los docentes y perjudican a las familias.

Los profesionales de la Educación, por su parte, a través de varios sindicatos han expuesto que los centros educativos de Primaria y Secundaria no pueden ser vistos como guarderías y también que era fundamental introducir esos cambios porque, en ocasiones, los trimestres se hacen demasiado largos para los alumnos, que acaban exhaustos.

La polémica está servida. Ahora habrá que esperar para ver qué sucede, para ver si todo el mundo se adapta fácilmente al nuevo calendario escolar y para salir de dudas acerca de si es tan problemático como unos ven o tan beneficioso como otros manifiestan.