Diccionario para primerizos. La M

Diccionario para primerizos. La M
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En BabyAffinity tenemos claro que los padres primerizos, además de felices, se encuentran llenos de dudas y temores, tanto en el embarazo como cuando se produce la llegada de sus hijos. Por ese motivo, en la medida que nos es posible, optamos por ayudarles, dándoles a conocer objetos de bebés que les resultarán útiles para cuidarlos o bien explicándoles algunos términos importantes que deben conocer.

Eso último es algo que llevamos a cabo con nuestra serie de artículos “Diccionario para primerizos”, que, ahora, vamos a continuar con la letra M:

Matrona

Viene a ser una profesional especializada en el ámbito de la obstetricia, como así lo acredita su titulación, que es la encargada de velar por el bienestar de la embarazada y de su bebé, desde que se conoce que está en estado hasta después del parto. De ahí que se considere una figura fundamental para garantizar un periodo de gestación óptimo y un posterior nacimiento en las mejores condiciones.

Se convierte, por tanto, en una persona de gran apoyo para la gestante y también en una ayuda vital para el ginecólogo. Y es que lleva a cabo tareas tan significativas como el control del peso o la tensión de la madre, el estudio de los latidos del feto, el impartir las clases de preparto, aconsejar previamente sobre el cuidado del recién nacido, dar seguridad y tranquilidad a la mujer durante el momento del alumbramiento así como controlar la dilatación previa…

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Meconio

Otro de los términos fundamentales que deben conocer los padres primerizos es este, que se utiliza para referirse a la sustancia pegajosa y espesa, con un color que oscila entre el verde y el negro, que se convierte en las primeras heces que expulsa el recién nacido. Concretamente las defeca en las primeras 12 horas de vida.

No obstante, no podemos pasar por alto que, en algunas ocasiones, ese meconio es expulsado por el bebé antes de que nazca, haciendo así que el líquido amniótico se vea “contaminado” por el mismo y adquiera un color diferente. Ante esas situaciones, el ginecólogo estudia el caso y toma las medidas que considera oportunas, como puede ser provocar el parto, ya que el meconio puede indicar que el pequeño está padeciendo lo que se conoce como sufrimiento fetal.

Monitorización

Con este término se hace referencia a la prueba a la que se somete la embarazada justo en los días antes de que esté previsto que vaya a salir de cuentas y, por tanto, dé a luz. El objetivo de la misma no es otro que comprobar el estado en el que se encuentra el bebé. De ahí que consista en colocar una serie de electrodos en el vientre de la mujer para así poder medir, por ejemplo, el ritmo cardíaco del niño.

También se conoce como monitoreo o monitorización fetal y hay que tener en cuenta que, de la misma manera, se lleva a cabo durante el proceso del parto. En este caso se emplea para poder comprobar que el bebé está haciendo frente bien a las contracciones y a la dilatación y que, por tanto, el alumbramiento va por buen camino.

Básicamente podemos decir que existen dos tipos: la externa, que consiste en la colocación de dos placas sobre lo que es el vientre de la madre, y la interna, que mide las contracciones uterinas y que se basa en la colocación de un catéter en el útero materno.

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Muerte súbita del lactante

Cualquier padre, y especialmente el primerizo, tiene un gran temor a que su recién nacido pueda sufrir la llamada muerte súbita del lactante, que es el fallecimiento del mismo mientras duerme por culpa de una parada cardiorrespiratoria.

Se produce de manera inesperada en bebés de menos de un año que están sanos y por culpa de la conjunción de ciertos factores de riesgo, entre los que destacaríamos los siguientes:

  • Haberles puesto a dormir boca abajo en la cuna.

  • Una temperatura demasiado elevada en la habitación donde descansaban.

  • Una alimentación inadecuada de la madre durante el embarazo así como problemas durante el periodo de gestación tales como sobrepeso o consumo de drogas, entre otros.

  • No haber optado por la lactancia materna como sistema de alimentación para los niños.

  • Que los menores hayan estado expuestos al humo del tabaco.

Además de todos esos elementos que facilitan que se produzca la muerte súbita de un bebé, hay que reconocer que existen otros que también ponen en serio peligro a cualquier recién nacido: haber venido al mundo en un parto múltiple, tener un hermano que falleció por esa causa, ser prematuro, ser hijo de una madre adolescente, haber tenido un cuidado prenatal lleno de deficiencias y carencias, dormir con una excesiva cantidad de ropa o rodeado de peluches, haber nacido con un bajo peso…

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