Los comportamientos más detestables de padres con hijos que practican deporte

Muchas son las actividades extraescolares que tienen al alcance de su mano los niños: música, danza, cocina, inglés, interpretación…No obstante, una de las que más “adeptos” tiene es el deporte. Y es que este permite que mejoren su coordinación, hagan frente a la obesidad e incluso aprendan valores como el trabajo en equipo o la necesidad de esfuerzo para conseguir los objetivos.

No obstante, en ocasiones, lo que sucede es que todo lo bueno que trae consigo practicar fútbol, baloncesto, tenis o balonmano queda desdibujado en el momento en el que los padres se comportan de manera absurda, detestable y vergonzosa. Y es que hay progenitores que no ven el deporte como una actividad beneficiosa para sus hijos sino como una disciplina en la que estos tienen que ser los mejores y en la que van a forjarse como “grandes estrellas”.

En concreto, estas son las actuaciones de adultos que deben dejar de verse en las liguillas infantiles en pro de la educación y del bienestar infantil:

1-Reproches al entrenador

Como hemos mencionado, hay muchos padres que en lugar de ver el deporte que practican sus hijos como algo beneficioso para su desarrollo, educación y crecimiento lo perciben como una carrera de futuro. Y es que consideran que su pequeño se puede convertir en el nuevo Messi, en el próximo Rafa Nadal o en el futuro Pau Gasol.

Eso hace que se enfaden con el entrenador cuando toma la decisión de no sacar a sus niños en un partido, cuando les cambia de posición o cuando durante el encuentre decide sustituirlos. Situaciones todas estas que “ofenden” a los progenitores pues consideran que sus menores son los mejores del equipo y que no importa que los demás jueguen sino que sus hijos puedan lucirse. De ahí que sean capaces de encararse con el “míster”, de gritarle e incluso de decirle que no sabe lo que hace.

2-Insultos a los colegiados

Si resulta vergonzoso el comportamiento de ciertos aficionados en los campos de fútbol de primera división, que son capaces de lanzar todo tipo de improperios racistas o machistas, ni que decir tiene que todavía resulta más abominable el de los grupos de padres que, durante los encuentros de sus hijos, se dedican a insultar a los colegiados. Gritos y descalificaciones de todo tipo son los que lanzan esos progenitores carentes de toda madurez, que no sólo demuestran su ineptitud sino que además lo que están haciendo es educar a sus pequeños mostrándoles que las cosas se arreglan mediante la violencia verbal.

3-Gritos a los hijos

El hecho de que sueñen con que sus niños sean grandes estrellas del mundo del deporte, lleva a muchos adultos a presionar a los hijos y a no parar de gritarles, dándoles instrucciones, durante los partidos en los que participan. Una situación esa que no sólo provocará que los menores se sientan avergonzados sino que además minará su autoestima gravemente.

4-Ofensas a otros niños

Vergonzosa y abominable es la postura de los padres que se dedican a insultar a los árbitros durante los encuentros que disputan sus hijos, pero ¿qué decir de los que hacen lo propio con los menores del equipo rival? Y es que hay adultos que lo hacen, dejando patente que se les tenía que prohibir entrar en los estadios hasta que su comportamiento fuera acorde al de la edad que poseen.

5-Castigos a los menores

Muy en relación con el punto 3 de este artículo se encuentra este. El hecho de que los padres presionen a sus menores para que despunten en una disciplina deportiva no sólo provoca que les griten, para que corrijan su actuaciones durante un partido, sino también incluso que les castiguen cuando no han jugado bien o cuando su equipo ha perdido.

Puede resultar increíble que haya adultos así pero los hay, aunque afortunadamente son sólo unos pocos.

Todas estas actitudes y comportamientos que hemos expuesto deben desaparecer porque incitan a la violencia, porque presionan a los niños y porque provocan que algo tan bonito y beneficioso como es el deporte se convierta en un auténtico martirio para esos.

Si tu pequeño practica cualquier disciplina deportiva lo que debes hacer es apoyarle, darle ánimos, hacerle ver todo lo bueno que le aporta y disfrutar de sus éxitos. En el caso de que sea un portento en la misma, disfrute enormemente y consideres que puede forjarse un futuro prometedor al respecto, no le presiones ni le agobies. Tienes que ayudarle, comprenderle y darle las herramientas que hay a su alcance para que puedas “explotar” sus cualidades en ese sentido. Pero piensa siempre que lo más importante es su felicidad y que se convierta en la persona y profesional que desea, no en el que tú quieras.