Qué hace el bebé en el vientre: cuándo duerme y qué siente

Incluso antes de convertirnos en niños, e incluso antes de ser bebés , somos fetos que ya experimentamos la viada dentro del vientre materno. Y como seres vivos se comportan como tal mientras están dentro de nosotros. Se estremecen cuando escucha un ruido. Tu voz lo calma. La luz brillante le molesta… ¡La vida de tu hijo durante el embarazo es muy activa! Te lo contamos : qué hace el bebé en el vientre: cuándo duerme y qué siente.

Qué hace el bebé en el vientre

Sabemos muchas cosas sobre el parto, y sobre ello nos preparamos. Sabemos perfectamente lo que nos dijeron en el curso de pre-parto y controlamos todo lo que debemos comprar para el nacimiento del bebé, pero ¿nos hemos preguntado alguna vez qué hace realmente nuestro bebé mientras pasa los nueve meses en nuestra barriga? Eso sí, todo el mundo sabe que se mueve, gira, reconoce la voz de papá y mamá y sobre todo… patea, ¡y cómo patea! ¿Pero entonces? ¿Eso es todo? ¡Ciertamente no!

Los meses más importantes para el feto

Hoy sabemos que el feto tiene una vida mucho más activa de lo que se pensaba, y que los nueve meses de embarazo son muy importantes para él. De hecho, el embarazo es una etapa muy importante en nuestra vida en general. Afecta nuestro temperamento y nos predispone a muchas de las enfermedades de la edad adulta.

En otras palabras: cuando tu hijo viene al mundo, lo hace con una maleta ya llena de información. Y la principal fuente de esta información eres tú, su madre. No solo alimentas a tu bebé con los nutrientes que le das, sino que también le transmites sentimientos y emociones. Tu bebé participa de la vida desde dentro del útero y lo hace junto a ti, estableciendo contigo un vínculo único.

Por ello, si estás embarazada o deseas estarlo, será bueno tener claro qué es lo que puede llegar a hacer el feto a medida que se va desarrollando y va creciendo dentro del vientre materno:

• Nuestro bebé crece alimentándose del cordón umbilical y también del líquido amniótico.
• Se mueve , ya lo hemos dicho, pero ¿cuánto y desde cuándo Aproximadamente a partir de la duodécima semana, el niño salta y explora el espacio disponible para él en tres dimensiones. Los movimientos son la principal señal de bienestar fetal, que comenzarás a sentir alrededor de la vigésima semana. Además, tu pequeño toca todo lo que está a su alcance desde las primeras semanas de gestación. Se lleva los dedos a la boca y en ocasiones puede agarrarse al cordón, sin que esto constituya un peligro para él.
• Duerme y sueña : los movimientos se intercalan con periodos de sueño, que duran hasta 40-60 minutos. No hay correlación con la hora del día, el sueño y la actividad se suceden incluso durante la noche. El niño puede despertarse ante un estímulo táctil o sonoro, o ante la llegada de azúcar en grandes cantidades. Es más, no todo el mundo sabe que ya puede soñar.
• Escucha : Tu pequeño puede escuchar ruidos provenientes del interior del cuerpo de la madre. A partir de la semana 24 se empezarán a escuchar ruidos del exterior.
• Bebe: A partir de la vigésima semana ingiere líquido amniótico, que ayuda al desarrollo del aparato digestivo y de los pulmones. Al hacerlo, ella también comienza a probar lo que ingiere su madre y desarrolla sus gustos.
• Respira: al final del tercer trimestre, los movimientos respiratorios no son infrecuentes, una especie de entrenamiento para el parto. La inhalación se produce por la nariz y la boca, y lleva el líquido amniótico a los pulmones, lo que ayuda a desarrollarlos.
• Hace pipí : sí, a partir de la decimoquinta semana aproximadamente.
• Sonríe, bosteza, tiene hipo, hace muecas, ya veces frunce el ceño .
• Empuja y apunta con los pies : en el momento del parto ayuda a su madre de forma totalmente natural.

Junto a estas acciones que podríamos definir como «prácticas» y espontáneas, ahora sabemos bien gracias a estudios científicos relativamente recientes, que ya en nuestro vientre el bebé es un ser sensible e inteligente, tiene capacidad de memorizar y aprender pero, sobre todo, , que las experiencias vividas en el útero forman, después del nacimiento, su comportamiento consigo mismo, su relación con su madre y padre, así como su actitud ante la vida en general. El niño es un ser humano en toda regla, capaz de experimentar sentimientos y emociones, oír, saborear, reaccionar coherentemente a los estímulos e interactuar con los padres. El bebé en el útero está predispuesto a una relación, especialmente con los padres.

Durante la gestación ya es posible, y es deseable, hablarle, con el pensamiento o la voz, abrazarlo, jugar con él, cantarle, elegir la música más adecuada para él y escucharla juntos, leerle cuentos, canciones infantiles, contarle sobre experiencias externas, hacer que se sienta amado, querido y esperado, protegiéndolo de los inevitables sentimientos y emociones negativas.

El látido del corazón de la madre lo primero que escucha

Por otro lado, y al margen de todo lo que siente y experimenta el bebé estando en el vientre materno, lo primero que oye antes que nada es el latido del corazón de su madre así como su voz. De hecho, desde las primeras semanas de embarazo, el feto es capaz de percibir sensaciones y estímulos de diversa índole. Como decimos, el primer sonido que se percibe es el latido del corazón de la madre, que le acompañará durante toda su vida intrauterina. La audición del bebé comienza a desarrollarse desde la sexta semana, por eso es importante hablarle al bebé en el vientre: la voz de la madre y el padre ya constituirán un universo sonoro familiar y tranquilizador durante la vida prenatal.

¿Qué le sucede al feto cuando la madre está bajo estrés?

El aparato sensorial del bebé madura en el útero por lo que el ambiente que lo acoge durante el embarazo es fundamental para su maduración. Por ejemplo: un feto de siete meses recibe sensaciones acústicas a través de su madre si tiene una pelea con alguien o si va a la discoteca. El ruido provoca adrenalina en el feto que también recibe adrenalina materna. En estos casos se produce una vasoconstricción y una contracción de la parte del útero que lleva menos nutrientes a la placenta y elimina menos sustancias tóxicas porque la placenta es también el pulmón del bebé. Si por el contrario una madre tiene un embarazo tranquilo y apacible, el bebé tendrá una impronta serena ya en el útero. Todas las emociones se vuelven biología a través de la bioquímica de nuestros neurotransmisores