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El PP denuncia falta de lealtad institucional del Gobierno de Sánchez por el búnker con bombas en Palma

Asegura que nadie de Defensa ha contactado ni con Ayntamiento ni con el Govern para informar

El portavoz del grupo parlamentario del PP balear, Sebastià Sagreras, ha denunciado hoy «falta de lealtad institucional» del Ministerio de Defensa porque la ciudadanía de Baleares se ha enterado por los medios de comunicación de la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de ubicar un almacén de explosivos y balas en las instalaciones del aeropuerto de Son Sant Joan.

Las críticas van dirigidas directamente a la ministra de Defensa, Margarita Robles: «Creemos que debería haber habido más lealtad institucional. No podemos enterarnos de estas noticias y estas intenciones por los medios de comunicación. La lealtad institucional dice que el Ministerio de Defensa se debería haber puesto en contacto con el Ayuntamiento de Palma y con el Govern de Baleares para explicar estas intenciones».

Sobre el hecho en sí, los populares muestran total comprensión: «Nosotros somos un partido de Estado y somos conscientes de las necesidades de seguridad de nuestro país y también desde nuestra integración en la OTAN».

Y es que Mallorca contará con un nuevo búnker militar de última tecnología para afrontar los nuevos retos militares y de defensa de la nación. La base aérea de Son Sant Joan, situada junto al aeropuerto de Palma y controlada por el Ejército del Aire, incorporará próximamente un nuevo almacén de seguridad destinado al almacenamiento de explosivos y municiones, según ha trascendido en una publicación reciente.

El proyecto, valorado en 1,7 millones de euros, ha sido adjudicado a una Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por MAB, Grupo Render Industrial y Coexa.

El futuro edificio, concebido como un búnker de alta protección, estará diseñado para resistir fuertes presiones derivadas de explosiones externas. Las características técnicas son las siguientes: 27 metros de longitud, 9,1 de anchura y una altura de 4,5 metros. Los muros de hormigón armado tendrán grosores variables, entre 40 centímetros y 1,2 metros, y estarán recubiertos por una capa de tierra vegetal de 60 centímetros que ayudará a mitigar posibles ondas expansivas. La entrada se asegurará mediante una puerta de acero reforzada de doble hoja, con un grosor de 10 milímetros.