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La pesadilla de Albert Riera: el Girondins deja de ser un club profesional

Caos absoluto en Burdeos, donde ha caído el símbolo de la ciudad

En 2009 fue campeón de Liga, ahora está en Tercera División

Albert Riera lleva casi un año como entrenador del equipo

Girondins
El mallorquín Albert Riera, dirigiendo un entrenamiento del Girondins.
Tomeu Maura

Burdeos es la novena ciudad más poblada de Francia, capital de la región de Nueva Aquitania y declarada desde 2007 Patrimonio Mundial de la UNESCO. De allí es el Girondins, uno de los clubes con más historia del fútbol galo, fundado en 1881, seis veces campeón de Liga y cuatro de Copa, hogar de leyendas como Alain Giresse, Jean Tigana, Bernard Lacombe, Laurent Blanc o el propio Zinedine Zidane. Un coloso al borde de la desaparición tras haber renunciado ayer a su estatus profesional ante la Liga francesa, que le descendió por deudas a Tercera División.

El DNCHG, departamento de control económico del fútbol francés, le había dado al club un plazo que expiraba el pasado 9 de julio para resolver su deuda, de 42 millones de euros.

El máximo accionista, el español Gerard López, intentó en vano conseguir el dinero (incluso negoció la entrada del grupo inversor propietario del Liverpool) y al ver que era imposible presentó un recurso. La respuesta fue descender al club a Tercera División y esa fue la espoleta: ayer mismo el Girondins comunicó la peor noticia de toda su historia.

COMMUNIQUÉ DU CLUB 🔵⚪️

La situación es dramática: todos los jugadores han quedado libres y el centro de formación de fútbol base ha sido cerrado. También han quedado sin contrato los miembros del cuerpo técnico, con el mallorquín Albert Riera a la cabeza. Riera fue traspasado por el Mallorca al Girondins por cuatro millones de euros en el verano de 2003 tras proclamarse el equipo campeón de Copa. 20 años después volvió al club bordelés como entrenador. Hoy vive una verdadera pesadilla.

A lo largo de las últimas horas la cuenta del club en X se ha dedicado a despedir a los futbolistas agradeciéndoles su vinculación. Mientras, la ciudad de Aquitania asiste impotente a uno de los momentos más dramáticos de su historia con la desaparición de uno de sus grandes símbolo, el Girondins, que en 1996 disputó la final de la Copa de la UEFA ante al Bayern de Munich con Zinedine Zidane en el equipo inicial. Tiempos de gloria que, por lo que parece, ya no se repetirán.

Merci Gaétan Weissbeck ! 💙🤍

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