‘Links’, exquisita exposición de Menéndez Rojas en Rialto Living

Además de la intensa actividad tanto expositiva como comercial que se produce por medio de webs al margen de los circuitos convencionales de las galerías y espacios institucionales de exhibición de obras de arte, y de la irrupción pareja de los formatos NFT de las obras (que no requieren fisicidad alguna para su exposición y contemplación), también están pugnando por este territorio del comercio otros agentes, unos recién llegados y que tienen orígenes muy diversos a los del mundo del arte ( me refiero a los abundantes neosellos que ofrecen una muy determinada trama de contactos y un mostrador en el centro de la ciudad) y, como es el caso que hoy nos ocupa, los espacios puramente comerciales, que amplían su dedicación a otros derroteros para conferir a su labor un sesgo más atractivo si cabe.

Ya había ocurrido con las librerías, que para afrontar crisis de lecturas y otras crisis típicas del siglo XXI, habían engarzado su tarea a la de café, tapería y centro de reuniones alcohólicas, lo cual está muy bien y en verdad que no limita en ningún aspecto el concepto clásico de librería, sino todo lo contrario: la amplifica y además en un sentido muy querido por la mayor parte de los escritores.

En la imponente tienda (un área enorme comercial dedicada a la ropa y a los enseres del hogar) del Rialto Living, en plena calle de San Felio de Palma, existe un espacio que los propietarios del negocio dedican a la exhibición de exposiciones artísticas. He visitado el lugar en varias ocasiones y la verdad es que siempre he quedado muy gratamente sorprendido. Es un lugar espléndido para ello y las piezas suelen resaltar y resultar espectaculares en los lienzos blancos de sus paredes. La última ocasión fue el pasado jueves día 27 de octubre (se trata de una muestra que se puede visitar durante estas semanas, hasta el 6 de diciembre), cuando se inauguró la exposición Links de Menéndez Rojas, un artista veterano que supongo todo el mundo conoce, pues su trayectoria es larga y exitosa. En esta ocasión expone telas que siguen el curso de sus trabajos anteriores, acrílicos sobre lienzo en los que la difuminación se ubica en una trayectoria que incluso recuerda en parte a las aguadas de la acuarela, lo cual supone un virtuosísimo técnico importante.

De colores térreos y oliváceos, las obras recogen figuras que se adivinan, formas que se aparecen desde su desaparición, imágenes que progresan hacia el espectador como si lo hiciesen directamente de un sueño, o de un ensueño mediterráneo. Menéndez Rojas habla de que esas figuran se fusionan con la atmósfera del cuadro (de ahí el título de la muestra, en inglés Links, enlaces), en un avatar plástico de la relación de los humanos con la naturaleza, hasta el punto, dice el artista, que «no hay separación entre uno y lo otro».

Esa hiperconexión, esa inmersión en el caldo primigenio comunitario, es lo que está presente en toda la muestra y de ahí que la estrategia de la difuminación, la disolución de las formas que jamás se presentan arrinconadas con líneas negras como en muchas otras pinturas de sus coetáneos, es lo que caracteriza este trabajo exquisito. Al final, incluso la simbiosis llega a tal punto que no es posible separar las figuras humanas de las que no lo son y las obras deben ser examinadas como piezas cercanas al abstracto, pese a su inmanencia formal.

La mezcla de tierra, agua, humo, etcétera vendría a ser una fórmula de comprensión de las imágenes que presenta el artista, que confiesa que «no hay separaciones, todo es más sutil y está intrincado, forma parte del todo mayor». Un aire zen, es cierto, rebosa por todos los poros de la exposición, y creo que no es equivocado acercarse a esta obra a través de este camino iniciático, del que Menéndez Rojas, además, es maestro reconocido.